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TESTIMONIOS...

Oscar Alzaga - Demetrio Vallejo en su centenario

Mauricio Macossay - El EZLN octubre 2010

Mauricio Macossay - El Obradorismo octubre 2010

51 aniversario de la represion al movimiento ferrocarrilero

Róger Aguilar - Comentarios en torno al movimiento obrero-estudiantil popular 1974

Oscar Alzaga - Del Bicentenario de la Independencia, al Centenario de la Revolución y la Historia

Pedro Quijano - EL SINDICALISMO INSURGENTE DE 1973 Y 1974 EN YUCATÁN. El Frente Sindical Independiente y Efraín Calderón Lara

Mauricio Macossay - Las luchas sindicales de 1982 y 1983 en Yucatán

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Tomado de: La Jornada Semanal -12 dic 2010
http://www.jornada.unam.mx/2010/12/12/sem-oscar.html

Demetrio Vallejo
en su centenario

Óscar Alzaga

Demetrio Vallejo tuvo una vida sindical y política intensa, entregada a los demás, propia de un humanismo auténtico. Junto a las históricas jornadas ferrocarrileras de 1958 y 1959 y los once años de lucha en la cárcel, también cuentan treinta y dos años previos de lucha y formación y quince posteriores de su salida de la cárcel en 1970. Líder consecuente y honesto como pocos, su vida tuvo una clara vocación por la lucha obrera.

Estudió hasta tercero de primaria, pero fue gran lector; escribió, de 1936 a 1957, miles de volantes, manifiestos y notas sindicales; después cinco libros, tres folletos y cientos de artículos y cartas publicadas, entre otros, en Unificación Ferroviaria, núms. 58-59; Política, núms. 60-67; Siempre!, núms.58-72; Punto Crítico, núms72-77; e Insurgencia Popular núms. 75-82.

Desde 1926 entra a trabajar en la estación del tren de Mogoñé; ingresa al sindicato ferroviario en 1933, se afilia al Partido Comunista Mexicano en 1934, es líder sindical, en 1936, de la CTM de Veracruz –¡aquella CTM–, llega a delegado del sindicato ferroviario en 1948. Es expulsado del PCM en 1945, como tantos obreros1; ingresa en 1946 a Acción Socialista Unificada y en 1950 al Partido Obrero y Campesino Mexicano. Al salir de la cárcel en 1970, impulsa nuevas jornadas ferroviarias, históricas, hasta 1976; junto a la creación del PMT, de donde sale en 1983, para ingresar al PSUM y cerrar su vida con otra página brillante: apoya la lucha sindical de Pascual de 1982 a 1985, hasta su triunfo y lograr la Cooperativa.2

Desde joven entendió el indivisible nexo que hay entre la lucha sindical y la política, en contra de la prédica del sistema político que excluía a los trabajadores y sindicatos de esa actividad, esencia del ser humano. Si el sistema no podía evitar al movimiento obrero, buscó mantenerlo despolitizado y dentro de la estructura oficial, para desorganizarlo y dividirlo como clase en sí y para sí. La Ley Federal del Trabajo de 1931 estableció en el artículo 249: “Queda prohibido a los sindicatos: I. Intervenir en asuntos religiosos o políticos.”3 Salvo en el PRI, claro. Miguel Alemán reestructuró al aparato de control con violencia, corrupción y reformas, y las instituyó como la escuela política del PRI. Mismos procedimientos que son actualizados, más a la derecha, por los gobiernos neoliberales.

Demetrio Vallejo fue un talentoso organizador sindical, apoyado en la gran tradición de los ferroviarios desde 1892, como gremio independiente y de vanguardia. Golpeado por el charrazo de 1948, bajo su dirección, el movimiento ferrocarrilero recuperó en 1958 la autonomía en unos meses. Dicho movimiento, que buscaba restablecer la libertad sindical, creció al lograr un aumento salarial al margen de los charros, luego al ganar las elecciones por voto secreto, únicas en la historia, y con la revisión del contrato colectivo. La defensa de la empresa pública ante la voraz propiedad privada fue central. Teniendo como guía la Constitución, Vallejo solía defender los derechos laborales, ejerciéndolos. Tales triunfos ponen a los ferrocarrileros a la cabeza de otras luchas y a la vez las impulsa: maestros, petroleros, telegrafistas, electricistas, telefonistas y otros.


Presentación de Demetrio Vallejo ante el Juez, 9 de abril de 1959

El reto para el sistema era que el sector clave de la economía y la educación lograra la libertad sindical que existía en países capitalistas. Pero el terror de la burguesía nativa y alarma del imperialismo yanqui ante el triunfo cubano, desata el sonido y la furia, los miedos y la agresión. La izquierda, incapaz de ofrecer alternativas, se divide y aísla.

La represión, que inicia el 25 de marzo, dura meses; el ejército toma las instalaciones ferroviarias para levantar la huelga nacional, sin lograr el retorno de los obreros. Hasta mayo se regulariza el servicio. La saña llega a más de 10 mil despedidos, a 3 mil detenidos en campos militares y al cierre de las puertas de la libertad sindical. Hasta Fidel Velázquez se alarmó con la represión, que llegó a la CTM.4 Como dijera José Revueltas en “Enseñanzas de una derrota”:

El gobierno de López Mateos no se hubiera propuesto romper la espina dorsal del sindicato ferrocarrilero, dislocarlo y pulverizarlo si al mismo tiempo no se propusiera dislocar, pulverizar, desmoralizar al apenas renacido movimiento sindical y obrero independiente, representado por maestros, telegrafistas, petroleros y, hasta cierto límite, por electricistas, movimiento a cuya vanguardia supo colocarse, por propio y legítimo derecho, el sindicato ferrocarrilero.


Notas

1 La política de “unidad nacional” apoyada por el PCM que encabezó Encina, llevó a suprimir las células de fábrica en 1944 y a la expulsión de cientos de obreros e intelectuales en 1945.

2 Begoña Hernández: Demetrio Vallejo. Un luchador Social (1910-1985). Tesis de doctorado, 2010.

3 Tal disposición se deroga en 1937 en el gobierno de Lázaro Cárdenas, 1934-1940, en cuyo sexenio se triplica la afiliación sindical de 300 mil a 900 mil y el movimiento obrero nacional vive su edad de oro. Ver Trabajo y Democracia Hoy, núm. 104, cuarta edición de 2009: Las 100 luchas obreras del siglo XX.

4 Fidel Velázquez: “La agitación efectuada durante el año pasado y parte del actual, provocó entre otros desajustes, el de las relaciones obrero-patronales que todavía subsisten, debido a que el sector capitalista aprovechándose de las circunstancias, ha confundido a todos los trabajadores con los Vallejos, extremando su política de intransigencia frente a las demandas obreras, por muy justas que éstas sean, y debido a que también ciertas autoridades, incurriendo en el mismo error y apartándose del pensamiento presidencial en materia laboral, juzgan los conflictos con criterios inquisidores, viendo en cada acción del proletariado un acto de disolución social y empleando la fuerza pública para acallar sus ansias de mejoramiento.” Fidel Velázquez, Informe de la Secretaría General de la CTM. 30/VIII/59; CTM, 50 años de lucha obrera. Tomo v. Edición PRI, 1986.
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El Ejército Zapatista de Liberación Nacional

 octubre 2010

Mauricio Macossay Vallado

El EZLN es una organización político-militar popular anticapitalista, de decenas de miles de personas, formada mayoritariamente por indígenas y campesinos, con fuerte presencia en Chiapas y significativa en casi todo el país, sobre todo en los estados donde hay más indígenas. Expresa los intereses y necesidades del pueblo indígena, campesino y trabajador del país, particularmente de las clases y sectores más afectados y excluidos del capitalismo neoliberal de estos días.

Tiene un gran prestigio, a pesar de todas las campañas de desprestigio y calumnias que el sistema ha lanzado contra ellos. Son parte destacada y significativa del movimiento altermundista. Se rigen por principios éticos claros y precisos. Lo que dicen lo cumplen. Cuando se han equivocado lo han reconocido y han pedido disculpas.

Se levantó en armas el 1 de enero de 1994, le declaró la guerra al gobierno de Salinas. Combatió con el ejército federal durante 12 días.

El 12 de enero de 1994 el EZLN y el gobierno decretaron una tregua militar, que se mantiene hasta la fecha.

Grupos de toda la sociedad han salido a las calles a exigir diálogo, no guerra, ni enfrentamiento, atención a las justas demandas del EZLN, como en enero de 1994, en marzo de 1995 y en febrero-marzo de 2001, obligando al gobierno a sentarse a negociar. Pero las trampas del gobierno, los partidos y los medios, y su disposición a no resolver nada importante, han terminado siempre con esos intentos.

El gobierno federal y los gobiernos chiapanecos, con paramilitares priístas, han desarrollado una estrategia de acoso y hostigamiento permanente militar, policiaco, político, económico, social y cultural contra el EZLN y las comunidades zapatistas, con el despliegue de decenas de miles de efectivos. Acoso que provocó la masacre de Acteal del 22 de diciembre de 1997.

El EZLN ha dialogado con el gobierno en dos ocasiones, en la catedral de San Cristóbal de las Casas en febrero-marzo de 1994 y en San Andrés Larraínzar – San Andrés Sacamchen de los Pobres en 1995-1996.

A principios de 1995 el gobierno de Zedillo atacó al EZLN con una campaña militar y policiaca, pero ante la enorme presión social tuvo que frenarla y abrir negociaciones. COCOPA.

Después de intensas negociaciones se firmaron los acuerdos de San Andrés en febrero de 1996 – el gobierno no los cumplió. El EZLN para estas negociaciones recogió demandas, ideas, propuestas y sentires de casi todos los pueblos indios del país.

Se ha movilizado políticamente a nivel regional y nacional en varias ocasiones, en septiembre de 1997 cuando la marcha de los 1,111 zapatistas, en marzo de 1999 con la visita de 5 mil zapatistas a todos los municipios del país y una consulta nacional donde participaron 3 millones de personas y con la marcha del color de la tierra que culminó en marzo de 2001 en la ciudad de México, en el zócalo, con una enorme presión social por cumplir los acuerdos de San Andrés. Presión que sin embargo no logró cuajar en una reforma constitucional.

Ha dialogado intensamente con grupos sociales de todo México y el mundo, escuchando atentamente ideas y propuestas y planteando las propias. Ha intentado construir organizaciones políticas nacionales nuevas, como una Convención Nacional Democrática en 1994, un Movimiento de Liberación Nacional en 1995, un Frente Zapatista de Liberación Nacional en 1997, un Congreso Nacional Indígena en 1995-1996, que se mantiene como una red nacional hasta hoy y un movimiento nacional desde la otra campaña en 2006, que tampoco pudo cuajar.

Cuando el gobierno y todos los partidos, a través de la cámara de senadores y de diputados federales, con la mayoría de las legislaturas estatales, aprobaron en 2001 una ley indígena que viola los acuerdos de San Andrés, se rompió el diálogo; El EZLN se ha mantenido en la exigencia de cumplimiento de los acuerdos, con el apoyo y simpatía de muchos grupos por todo el país; sin hablar con el gobierno, pero sin confrontarse abiertamente tampoco.

Ha lanzado 6 declaraciones políticas, llamadas de la selva lacandona. La Sexta en septiembre de 2005, se define anticapitalista, lanza la lucha directa por la autonomía de los pueblos y los municipios y organiza LA OTRA CAMPAÑA, recorre en ascenso todo el país de enero a mayo de 2006, cuando es frenada por la represión a Atenco y la campaña electoral; la otra campaña se mantiene hasta hoy, aunque en bajo perfil.

Se han organizado en Chiapas 5 caracoles, juntas de buen gobierno, desde agosto de 2003, en: Oventic (altos de Chiapas), Roberto Barrios (norte de Chiapas), La Garrucha (selva Tzeltal), Morelia (tzots choj) y La Realidad (selva fronteriza), que se mantienen y han consolidado. Hay caracoles similares en Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Veracruz y otros estados.

El Centro Indígena de Capacitación Integral - Universidad de la Tierra (CIDECI-UNITIERRA), en San Cristóbal de las Casas, es un gran centro de aprendizaje zapatista, que funciona desde agosto de 1989, fortalecido desde mayo de 2005.

En mayo de 2006 cuando el gobierno reprimió brutalmente en Atenco, desató una campaña de hostigamiento contra movimientos sociales en todo el país, reprimiendo también a la APPO e incrementando el acoso al EZLN. En 2006 hicieron también el fraude electoral contra el pueblo y contra López Obrador, para imponer a Calderón en el presidencia.

La otra campaña no levantó. La inconformidad social se expresó sobre todo a través del movimiento obradorista, que no pudo impedir el fraude electoral, aunque se ha mantenido hasta hoy.

Dirigen al EZLN el Comité Clandestino Revolucionario Indígena, formado por comandantas y comandantes indígenas y la Comandancia General encabezada por el subcomandante insurgente Marcos, quienes se mantienen escondidos, moviéndose y cuidándose mucho en las montañas chiapanecas. Mantienen vigente el principio indígena mesoamericano del mandar obedeciendo a sus bases, acordando con ellas en todo momento, lo más importante de sus acciones y estrategias.

Parten del agrarismo zapatista revolucionario de 1911-1919, aunque actualizado a las condiciones nacionales e internacionales del momento.

Ante el acoso y hostigamiento, una “guerra de baja intensidad” contra las comunidades zapatistas y el EZLN, mantienen actualmente una campaña nacional e internacional llamada MILES DE RABIAS, con miles de personas que apoyan la causa zapatista a todo lo largo y ancho de México y en muchos países de América Latina, Europa, Asia e incluso África.

Han habido algunas críticas válidas al EZLN por su verticalismo y por descalificar al obradorismo y a quienes creen en la vía electoral, como vía de cambio a favor del pueblo.

Es uno de los más grandes e importantes protagonistas políticos del México de hoy, la más importante y organizada fuerza política anticapitalista (con un brazo militar), que sin embargo no ha precisado del todo su perfil socialista.

Desde que la otra campaña declinó ante la movilización popular electoral de 2006, ha habido un silencio nacional del EZLN. Parece centrado en los caracoles chiapanecos y en sus propias comunidades y áreas y en un trabajo político bajo el agua. Hay expectativas de muchos grupos y sectores sociales ante una nueva iniciativa y ofensiva política del EZLN, ante la profundidad y la gravedad de la crisis nacional y en particular en Chiapas.


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El obradorismo

octubre 2010

Mauricio Macossay Vallado

El movimiento obradorista, que encabeza Andrés Manuel López Obrador y un puñado de personas, es un movimiento civil y partidista, que tiene una estructura nacional: “gobierno legítimo” y “convención nacional democrática” y tres partidos registrados, el PRD, el PT y Convergencia; aglutina a decenas de miles de personas de todas las clases sociales y sectores medios por todo el país, tiene fuerte presencia en el centro, DF y estado de México. Expresa los intereses y necesidades de amplios sectores sociales, desde pequeños y medianos empresarios, hasta empleados, obreros, profesionistas asalariados, campesinos y jóvenes, que están siendo avasallados por el capitalismo neoliberal mexicano de estos días.

Tiene un importante prestigio, basado en el liderazgo carismático del propio AMLO, a contra corriente de los grandes medios de comunicación, del PAN y el PRI y la cúpula de la oligarquía trasnacional y nacional, quienes lo atacan sistemáticamente. Es parte destacada y significativa de los movimientos sociales del México de hoy y posibilidad de cambio político por la vía institucional y electoral. Se mueve en función de intereses generales que precisa Obrador, consultando e interpretando el sentir de los seguidores. Reconoce poco sus errores y limitaciones. Aunque siguen principios éticos, en ocasiones actúan con pragmatismo político, “realismo” le llaman.

Surgió desde 2005 con la candidatura de Obrador a la presidencia, desde el aparato social y de simpatizantes que construyeron desde mediados de los 90 y desde el gobierno del DF, que el propio Obrador encabezó de 2000 hasta ese año. Obrador viene del priísmo nacionalista, aquel que prácticamente desapareció a fines de los 80, cuando impusieron a Salinas y consumaron el fraude electoral de 1988. Fue uno de los fundadores del PRD en 1989. Fue creciendo políticamente hasta llegar a la jefatura de gobierno del DF en 2000 por el PRD, cuando el PRI salió de la presidencia y Fox, con el PAN, llegaron a ésta.

En 2005 y 2006 llevó a cabo una exitosa campaña electoral que lo llevó a ganar las elecciones de julio de 2006, pero el fraude electoral orquestado al más alto nivel oligárquico, político, partidario, mediático, estatal y eclesiástico, le arrebató el triunfo e impusieron a Calderón. El propio Obrador afirma haber ganado con un margen de 10% sobre Calderón.

Cuando el fraude en 2006 se hicieron muchas y grandes movilizaciones, con miles de personas en el DF y todo el país, incluido el impactante campamento de Reforma y el zócalo.

Es un movimiento cívico nacional que trata de lograr cambios significativos en las políticas públicas: para combatir la generalizada corrupción gubernamental, reducir la pobreza, la desigualdad y las más evidentes injusticias, mejorar el empleo, salarios, prestaciones y estabilidad laboral, un manejo diferente de las deudas externa e interna, que liberen recursos para el desarrollo económico y social general, mantener el petróleo, la electricidad y los recursos naturales como propiedad pública, frenar el deterioro y mejorar la seguridad social, la educación y los servicios públicos, sin privatizarlos, resguardar el derecho a la información, combatir la impunidad de los poderosos y renovar las instituciones públicas para beneficio general y popular. Movimiento que cree y confía en las instituciones públicas, actúa en su marco y se funda en ellas para lograr los cambios que demanda. Que alza la voz frente al manejo faccioso de las instituciones que hace el gobierno calderonista, al que califica de espurio y pelele. Ha rebasado a los partidos y es un movimiento electoral que se enfoca en las elecciones presidenciales del 2012. Es un movimiento cívico que ha logrado conjuntar buena parte del descontento popular.

La principal característica distintiva y su mayor debilidad, es el liderazgo carismático centralizado en la figura personal de López Obrador y su círculo compacto (en el cual hay personajes muy cuestionados), que dirigen y deciden todo, para luego lanzar sus iniciativas y convencer al grueso de los participantes. Han sido hábiles y sensibles al sentir popular, pero la gente no está decidiendo ninguna de las acciones importantes, sólo las sigue, en la medida que ve reflejadas sus opiniones. La gran fuerza del movimiento es la amplitud y la magnitud de los grupos y sectores sociales que están descontentos y quieren cambios, y que creen en la vía electoral; se sienten agraviados por el fraude y la imposición de 2006, se están movilizando y preparando para las elecciones del 2012.

El gobierno calderonista y los gobiernos priístas, con el aparato partidario y los principales medios de comunicación, con la participación discreta de la oligarquía y la cúpula eclesiástica, han desarrollado una estrategia de vacío, ninguneo, descalificación y desprestigio del obradorismo, que está polarizando el clima político nacional infundiendo miedo en sectores medios y empresariales.

El obradorismo como tal, no ha dialogado con el gobierno calderonista, aunque los aparatos partidarios del PRD, PT y Convergencia si lo hacen, como parte del juego institucional. En las últimas semanas ante la persistencia y los actos públicos del obradorismo, se ha reactivado una nueva campaña de desprestigio en su contra, encabezada por el propio Calderón.

Obrador recorrió todos los municipios del país y realiza mitines y reuniones públicas con mucha frecuencia y regularidad, construyendo estructura organizativa territorial para el movimiento y las elecciones del 2012.

Dialoga con grupos sociales de todo México, aunque en la idea que se sumen al obradorismo, no en alianza y unidad de acción. Las relaciones internacionales las han mantenido en un bajo perfil. Poco mencionan los problemas y coyunturas latinoamericanas e internacionales.

Diputados y senadores del PRD, PT y Convergencia, cercanos al obradorismo han votado algunas leyes antipopulares, como la reforma indígena en 2001, que viola los acuerdos de San Andrés, la ley televisa y algunas otras.

El obradorismo avala al actual gobierno estatal de Chiapas que, junto con el gobierno calderonista, mantiene el acoso y hostigamiento contra el EZLN y las comunidades zapatistas. Apoyan y promovieron a Gabino Cue, el gobernador electo de Oaxaca.

El obradorismo ha apoyado la lucha minera, en especial la huelga de Cananea, y la lucha del SME; ha hecho declaraciones por la liberación de los presos políticos.

Sus principales ideas y planteamientos políticos para el país están en el libro de su autoría: La Mafia que se adueño de México ... y el 2012 y en el llamado Proyecto Alternativo de Nación, elaborado por un grupo de 34 intelectuales.

El proyecto tiene 10 puntos principales: 1. Por la revolución de las conciencias y un pensamiento crítico.2. El Estado debe estar al servicio del pueblo y de la nación. 3. Democratizar el acceso a los medios de comunicación. 4. Por una ética republicana y combate a la corrupción. 5. Crear una nueva economía. 6. Combatir los monopolios. 7. Abolir los privilegios fiscales para redistribuir la riqueza con justicia. 8. El sector energético, palanca del desarrollo nacional. 9. El campo y la soberanía alimentaria. 10. Estado de bienestar y lucha contra la desigualdad.

El proyecto está en proceso de discusión nacional, mediante foros estatales y delegacionales en el DF. Se trata de una serie de políticas social-demócratas, no neoliberales, que reducirían la pobreza, la desigualdad y la corrupción pública y cambiaría las relaciones internas e internacionales con el gran capital financiero. Se fundamentan en la defensa de la legalidad y la institucionalidad que establece la Constitución de 1917, con posiciones muy cercanas al llamado nacionalismo revolucionario priísta, aquel del presidente Cárdenas, de un Estado benefactor, aunque con ideas reelaboradas ante la situación nacional de hoy.

Hay maniobras políticas en curso del PRI, ante la posibilidad de poder ganar las elecciones del 2012 con Peña Nieto, del PAN bajo lo tutela de Calderón y la posibilidad de salir de la presidencia y de los chuchos perredistas, de avanzar en posiciones de poder estatal aliándose con el PAN, que están cerrándole los caminos políticos y legales posibles al obradorismo, en defensa del orden político, económico y social del México de hoy, generando enormes fricciones y confrontaciones, enrareciendo más el enrarecido clima político nacional.

Han habido algunas críticas válidas al obradorismo, por el personalismo, el verticalismo y la dirección centralizada en Obrador, sus alianzas con personajes como Sabines (gobernador chiapaneco), sus políticas social-demócratas antineoliberales, que no van al fondo de los problemas populares y el centrarse casi únicamente, en la vía institucional y electoral de cambio.

El obradorismo es importante protagonista político del México de hoy, la más importante y organizada fuerza política social-demócrata popular, que tiene presencia, fuerza y posibilidades reales de disputar el poder gubernamental por elecciones. Está movilizado totalmente en este sentido, reconociendo y corrigiendo limitaciones y deficiencias que tuvieron en 2006, basado en una estructura propia en construcción y en los aparatos nacionales del PT y Convergencia.

Ante la profundidad y la gravedad de la crisis nacional el obradorismo está impulsando su proyecto de gobierno desde la organización institucional electoral disputando el poder en las elecciones del 2012, para desde la presidencia, ir cambiando las políticas nacionales. Parece estar sumando a miles más.


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51 aniversario de la represion al movimiento ferrocarrilero

 






Comentarios en torno al movimiento obrero-estudiantil popular 1974
Mérida, Yucatán a 17 de marzo de 2010
Róger Aguilar


Introducción:

Un movimiento obrero emerge en Yucatán a mediados de 1973 constituido por grupos de trabajadores del transporte urbano, zapateros, empleados de gasolineras, de la UADY y de la industria de la construcción. Sus objetivos eran muy simples: obtener su registro como sindicatos autónomos, es decir, al margen del control de las centrales oficiales, para ejercer los derechos colectivos laborales establecidos en la Constitución y la ley federal de trabajo.

La resistencia de los empresarios a admitir sindicatos en sus empresas y las demandas de sus obreros crecía a medida que se unían al movimiento otros grupos, hasta que la lucha topó con la mafia de la industria que ya desde entonces era la más importante e influyente del estado: la de la construcción. Aliados estos empresarios con los caciques de la CTM y CROC demandaron al gobierno del estado que eliminara a Efraín, el asesor sindical, para que, sin su molesta presencia, burlaran a la mayoría de sus obreros y les impusieran sindicatos dóciles al patrón, cetemistas, claro: con la complicidad activa del gobierno del estado.

Secuestrado por la policía, Efraín Calderón Lara fue torturado y asesinado, y lo que fue hasta ese momento un movimiento meramente reivindicativo, devino en el más importante movimiento de protesta social de la segunda mitad del siglo pasado protagonizado por la mayoría de la población de Mérida y de municipios de la zona henequenera de nuestro estado. Encabezados por los estudiantes de educación media y superior y los activistas políticos y sindicales de izquierda, los padres de familia, los sindicatos agraviados y diversos núcleos ejidales mantuvieron, en el lapso de dos largos meses, acorralado al gobierno estatal espurio, responsable del crimen y la represión subsecuente.

¿Por qué un problema laboral, tras el crimen, devino en un grave conflicto social de proporciones nunca vistas antes (ni después) en nuestro estado? ¿Por qué la rebelión popular se apaciguó sin más efectos políticos que la admisión oficial de su culpabilidad y la detención y procesamiento de los asesinos materiales y sus jefes policíacos? Sólo conociendo el contexto histórico en el que los hechos se dieron y sus antecedentes, así como su propio desarrollo y el de los ulteriores, podemos dar respuesta a éstas y otras interrogantes similares.

Antecedentes y contexto histórico.

El momento histórico en el que se da el movimiento popular tiene es el del final del largo período de desarrollo socio económico y de estabilidad política nacional que permitió a importantes capas de los grupos sociales más pobres y marginados elevar sus niveles de vida a lo largo de 30 años de crecimiento económico a tasas promedio de 6 a 7% anuales, excepto el corto período siguiente al gobierno corrupto de Miguel Alemán cuando se dio la insurgencia de los más importantes gremios nacionales:, mineros, maestros, ferrocarrileros, petroleros, electricistas, etc., y los movimientos campesinos y juveniles de carácter democrático por la justica social.

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Mientras que, por un lado, en la década de los sesenta se daba el más importante jalón en el aumento del nivel de vida de millones de mexicanos, por el otro se acentuaban los rasgos más despóticos del autoritarismo presidencial priísta. Cabe destacar que si la mejoría fue general ello se debió más que nada al movimiento sindical reivindicativo y contra el charrismo, instrumento oficial de control y represión anti sindical. Mientras mejoraban sus niveles de vida millones de familias, el despotismo priísta respondía con represiones cada vez más brutales para impedir el colapso del aparato de control político de los trabajadores y del pueblo en general.

Como lo registra la historia nacional, la violencia represiva se extendió a las masas campesinas y estudiantiles. Antes y después de 1968, los asesinatos de dirigentes sociales y el encarcelamiento de opositores al régimen y de miles de trabajadores eran la respuesta frecuente del gobierno a las demandas de democracia, justicia salarial y de respeto a los derechos constitucionales de la población.

Si la insurgencia civil, estudiantil obrera, campesina y popular logró finalmente que el régimen, acorralado por los efectos de su propia política represiva y antidemocrática, cediera en materia de reformas políticas (esto fue pasada la mitad de la década del 70), a pesar de la represión la lucha por los derechos laborales se propagó por toda la república. Una de las primeras decisiones de Luis Echeverría como presidente fue ordenar la desaparición del Sindicato de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana y su absorción por el charrismo sindical de la CFE, lo que ocurrió pese a movilizaciones de resistencia que incluyeron a la ciudad de Mérida en donde la mayoría de los electricistas pertenecían a esa agrupación. Entonces, el local de los electricistas de Mérida se abrió a los grupos de obreros que quisieran organizarse al margen del control oficial.

Los antecedentes locales:

La década de los sesenta fue de constantes protestas campesinas en nuestro estado a causa de la crisis de la industria henequenera, plagada por la corrupción y la pobreza extrema de decenas de miles de ejidatarios, en su inmensa mayoría jornaleros de Banrural, que trabajaban 2 o tres veces a la semana, lo que los condenaba a la pobreza y marginalidad social permanentes.

En Mérida, la introducción del agua potable, financiada mediante un oneroso préstamo del BID, impuso el cierre de decenas de miles de pozos, de los que la población se surtía gratuitamente, e introdujo el sistema de paga que provocó el rechazo generalizado de la población.

Del descontento contra el agua potable de paga se aprovechó el PAN, la oposición permitida por el régimen, para, montado en él, ganar la mayoría de los votos y el ayuntamiento de Mérida. El triunfo fue en vano: el gobierno estatal asfixió económicamente al del ayuntamiento, le quitó la policía municipal que pasó a ser estatal y lo condenó a un trienio meramente testimonial. De su lado, el todopoderoso partido oficial, era presa de la división a causa de la represión y persecución de los desobedientes, encabezados por un joven Víctor Cervera Pacheco a quien su detención por

El gobierno del estado lo volvió, a los ojos de sectores de la población, en una especie de mártir cuya popularidad se volvió un serio peligro para la hegemonía del grupo que gobernaba el estado.

El gobierno priísta de Luis Torres Mesías, a imitación del de Díaz Ordaz, abusó de los métodos represivos contra toda expresión o corriente política que disintiera de sus métodos. Durante su mandato, repartir volantes o difundir ideas que no tuvieran la bendición oficial, era motivo de persecución, exilio o cárcel. El mero día de la elección de Torres Mesías, el candidato no registrado a gobernador, Gilberto Balam Pereira, fue detenido con su equipo de simpatizantes. Manifiestos y volantes debían ser pegados en las paredes y postes en la oscuridad de la noche, a ocultas de policías y judiciales que no parecían tener otros asuntos en qué ocuparse. Hacer un mitin en la Plaza implicaba mucho ingenio y valor a toda prueba: había que engañar a los esbirros para llegar y salir de ella eludiéndolos.

En 1966, la inauguración de una semana de solidaridad con el pueblo de Vietnam ante el busto de Benito Juárez, fue suspendida con la presencia de decenas de policías sin uniforme encabezados por el gobernador en persona. Su hostigamiento a Víctor Cervera y su grupo fue usada por la CNC en una campaña propagandística que lo fabricó y promovió como un Carrillo Puerto redivivo, lo que había de llevarlo al pináculo de la política estatal monopolizada por el partido oficial.

Así llegó 1969 y la elección del nuevo gobernador. El candidato opositor fue el primer regidor del ayuntamiento de Mérida, al que Torres Mesías había impedido gobernar la ciudad, lo que para una parte de la gente se tomó como pavor del oficialismo. Para contrarrestar a la derecha opositora, el PRI lanzó al periodista, ex panista y senador en funciones, Loret de Mola. El cerverismo, en pugna con el gobernador, pactó en lo oscurito con el candidato del PAN lo que ayudó a ser todavía más aplastante la derrota en las urnas del PRI. Pero el gobernador y sus operadores no se amilanaron procediendo a falsear los comicios desde las mismas casillas de votación, causando la protesta del electorado que, en los hechos, fue dejado a su suerte por el candidato robado y su partido. El rencor popular, sin embargo, fue contra quienes organizaron y consumaron el fraude.

El conflicto de febrero-abril de 1974.

Loret de Mola fue repudiado desde el inicio mismo de su ilegal mandato. El rencor popular había de seguirlo durante los seis años que gobernó. Por eso, cuando los obreros y los estudiantes se lanzaron a las calles a exigir la libertad de Efraín Calderón Lara contaban con la simpatía de los agraviados electorales, la mayoría de los votantes meridanos. Cuando se supo de su asesinato, luego de que policías y grupos parapoliciales habían reprimido las protestas y disparado contra el edificio central de la Universidad de Yucatán, la ira popular se volcó en apoyo a los estudiantes y trabajadores: vecinos de las facultades y escuelas de nivel superior y de las secundarias que fueron a la huelga, se incorporaron a la lucha organizándose en torno a los grupos estudiantiles y de activistas que tomaron el control de los edificios escolares. El entierro de Calderón Lara fue una multitudinaria de mostración de decenas de miles entre los que marcharon acompañando el féretro y las personas que salieron a las calles a rendirle silencioso homenaje.

A partir del 14 de febrero, desde los edificios de las escuelas tomadas por los estudiantes se lanzaron a las calles cientos de miles de volantes costeados por la población que ayudaba a su distribución. Las asambleas obrero-estudiantiles-populares se multiplicaron en las canchas de las escuelas, las plazas de los barrios, pueblos y ejidos cercanos a la capital del estado. La movilización y el apoyo generalizado del pueblo a la protesta obligaron al gobierno de Loret de Mola a confesar su responsabilidad política por el crimen y a procesar a sus mandos policiacos con sus asesinos a sueldo. Sin la movilización el crimen habría quedado impune, porque el gobierno nunca cejó en sus intentos de imputarle su barbarie asesinato a los miembros del partido comunista mexicano a uno de cuyos militantes, Pedro Quijano Uc, mantuvo preso más de una semana con ese perverso fin usando a un grupo de dirigentes estudiantiles para tal propósito a cambio de ofrecer a éstos algún personal provecho.

A pesar de estar seriamente asediado por la protesta popular, o tal vez por eso, el gobierno de Loret no cejó en sus intentos por reprimir la lucha opositora y le cayó de perlas el que un grupo de preparatorianos se apropiara de un autobús urbano de pasajeros con el fin de irse de excursión al Caribe, para detenerlos y lograr que el movimiento desviara sus esfuerzos a negociar su liberación.

Lo que siguió después. Enseñanzas del movimiento.

De cualquier modo, la lucha por la justicia y el castigo a los criminales propició el clima favorable al reconocimiento legal de las organizaciones sindicales que Efraín Calderón Lara ayudó a crear. En plena huelga estudiantil popular, los trabajadores de las desfibradoras de Cordemex obtuvieron el registro de su sindicato que persistió mientras hubo la industria y la paraestatal Cordemex . El sindicato de trabajadores administrativos y manuales de la Universidad de Yucatán, se consolidó gracias al ambiente favorable creado por la lucha de los estudiantes universitarios..

La magnitud de la protesta dejó una honda huella social y política. Se puede afirmar sin temor a exagerar que en la relación entre los gobiernos estatales y la sociedad yucateca concerniente a las manifestaciones de protesta contra medidas gubernamentales, hay un antes y un después del repudio popular por el asesinato de Calderón Lara. Desde entonces, los gobiernos que hemos tolerado se han cuidado de no reprimir manifestaciones disidentes protesta y cuando han vuelto a caer en sus inclinaciones autoritarias invariablemente provocan el rechazo popular.

No ha habido gobierno del estado que no cosechara derrotas y desgastes a causa de ello. Y si es verdad que ahora se nota cierta pérdida de la actitud antiautoritaria popular, llama la atención el hecho de que las derrotas electorales del PRI y del PAN siempre han sido antecedidas de acciones represivas de sus respectivos gobiernos las que los han debilitado.

La población del estado y la de la ciudad de Mérida han sido siempre muy sensibles y solidarias con personas o grupo de personas que son víctimas del autoritarismo político. De ese sentimiento solidario todavía vivo se han aprovechado políticos, sin más mérito que el de haber sido víctimas de acosos del gobernante en turno, para ascender fugazmente al poder público. Los que llevamos décadas de lucha democrática y social en el estado hemos sentido la simpatía y la solidaridad de la gente a causa de las agresiones de la burocracia política estatal.

Del movimiento sindical independiente, en cambio, el tiempo y la persistente política nacional y estatal antiobrera se encargaron de diluirlo utilizando para ello la corrupción de los dirigentes, la cooptación de algunos de ellos por el sindicalismo oficial, sobreviviendo como independiente de los aparatos de control político sólo el sindicato de la UADY sin mayor presencia ni influencia social.

La izquierda social y política, prácticamente inexistente en nuestro estado, resurgió con la incorporación de decenas de los jóvenes universitarios más activos que cursaron la experiencia de la huelga unidos a los vecinos de las colonias populares. Por cierto, esto todavía le duele a un grupito de oportunistas, anticomunistas y paleros de los gobiernos priístas habidos en nuestro estado.

Nos consta que la protesta contra el gobierno represivo de Loret de Mola influyó en grupos de trabajadores que se organizaron al margen del control de los caciques sindicales y políticos, que impulsaron los ideales del sindicalismo democrático y la democracia política. Por años, en la Plaza Principal y en las colonias personas sencillas colaboraban en las colectas que se hacían cada vez que algún grupo de trabajadores o de ciudadanos se manifestara por sus derechos y los del pueblo.

Algunos hechos sobresalientes

Durante los dos meses de manifestaciones y de huelga, del 14 de febrero al 15 de abril, desde los edificios de de algunas de las escuelas y facultades de la Universidad se imprimieron y circularon cientos de miles de volantes gracias al apoyo económico popular. Destaca un hecho insólito, nunca antes ni después vuelto a ocurrir en nuestra ciudad: De la escuela de economía, donde los comunistas yucatecos participaban, partió la propuesta de boicotear el carnaval de ese año que ha sido el más deslucido de la historia de esos eventos por el vacío que le hizo la mayoría de los meridanos que acogieron la propuesta en protesta contra el crimen y la impunidad que el gobierno en vano intentó aportarle.

Otro hecho destacado del año 1974 fue que el medio periodístico más influyente del estado por décadas, El Diario de Yucatán, que había el principal sostén de la campaña electoral del PAN en 1970, cayó en una grave crisis de circulación, la que se vio disminuida en decenas de miles, por su identificación con el gobierno de Loret al que le debía una tajada millonaria del presupuesto a causa de la crisis en la que se debatía por esos años debido a la escisión familiar que sobrevino a la muerte de su fundador: Carlos R. Menéndez. El Diaro de Yucatán jugó un papel verdaderamente vergonzoso, hasta el punto de hacerse eco de las calumnias del gobierno priísta que pretendió acusar a los miembros del pequeño partido comunista la desaparición de Efraín por un supuesto ajuste de cuentas.

Algunas conclusiones.

De ese gran conflicto social distan 36 largos años y no hay duda de que las condiciones hoy son muy distintas de que las que entonces prevalecían en la república y en nuestro estado. Entre ese año y ahora se han sumado a la vida dos generaciones más de yucatecos además de las decenas de miles de personas que han llegado de otras entidades e, incluso del extranjero, que superan fácilmente en más del doble la población de la capital del país.

Se puede decir, sin temor a equivocarse, que las condiciones laborales, de empleo y salariales en los días corrientes son hoy peores que en los años 70. En este sentido, los objetivos de la lucha que encabezó Calderón Lara hoy siguen vigentes.. Sin embargo, la idea misma de sindicalismo –cuando más urge de su carácter democrático y clasista- está muy desacreditada y a ello colaboró la pérdida de los caracteres democráticos e independientes de algunos de los grupos organizados por Efraín todavía existentes, así como la temprana desaparición del sindicato de zapateros de Cananea, que era el más numeroso, y el de desfibradores que ocurrió años después.

La principal enseñanza que debió haberle dejado a la oligarquía local y a los politiquillos a su servicio -incluidos los caciques sindicales, a su vez empresarios- es que con el descontento del pueblo es sumamente riesgoso e irresponsable jugar. Pero a esa clase de prepotentes, acostumbrados al autoengaño y a la opresión de sus asalariados, con la ayuda del prianismo actual, sólo la lucha de los trabajadores, que son el pueblo en su mayoría, podrá darles el merecido que con tanto ahínco han venido ganando. A que el pueblo tomé conciencia del papel que tendrá que jugar en algún momento, seguiremos colaborando como lo quisimos hacer el año en que todos estuvimos en peligro.

 

Del Bicentenario de la Independencia, el Centenario de la Revolución y la Historia*.

Oscar Alzaga**

 

Estudiando la historia

fechas, batallas, cartas escritas en la piedra,

fraces célebres, próceres oliendo a santidad,

sólo percibo oscuras manos

esclavas, metalúrgicas, mineras, tejedoras, creando

esplendor, la aventura del mundo …

 

Juan Gelman. 1981.

 

Luego de cinco gobiernos neoliberales la lucha ideológica y cultural por la historia nacional llega a su momento más trascendental, con la conmemoración de las fechas más importentes de la historia moderna: el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. Chocan dos versiones de ellas: la neoliberal o enemiga del contenido profundo y verdadero de esas etapas históricas y la científica o verdadera que, si bien pueden caber varias interpretaciones por lo complejo, dinámico y amplio de la historia y sus etapas culminantes, la diferencia entre las dos versiones principales radica en la postura desde la que se analizan los hechos: la neoliberal, que vacía, desvirtúa o esconde el contenido esencial de la historia; la progresista, apegada a los hechos, los valora con objetividad, busca la continuidad de una etapa a otra, advierte su vigencia en la actualidad y para futuro de la nación.

 

De manera decisiva entramos en 2010 como el año estelar del debate por la historia nacional, en una importante lucha científica, ideológica y cultural por la historia. Porque en defintiva, la historia es de quien la trabaja, la conoce, la defiende y es capaz de descubrir en ella, las enormes enseñanzas y perspectivas que aporta, para el presente y el futuro de la nación. La alternativa mexicana para el cambio democrático surgirá de la continuación y superación de las luchas de la historia local, así como de las que seamos capaces de aprender y trasladar a nuestra realidad de las sociedades más adelantadas en el plano internacional. Descubriendo lo propio, las constantes y las mejores alternativas, en un mar de experiencias y aportes de las luchas nacionales e internacionales. Conocer la ralidad y la historia permite avanzar en las constantes que han marcado a un pueblo, su tradición y debate, sea para realizar el cambio o para impedirlo.

 

¿En qué hechos encontramos nuestra moderna tradición?: ¿En los gobiernos opuestos al cambio o por el cambio sometido o simulado: de Iturbide, Santa Ana, Maximiliano, Porfirio Díaz, del maximato, Alemán, López Mateos, Diaz Ordáz y de los neoliberales? O, ¿En las luchas por el cambio y la libre autoderminación: de independencia de 1810-23, de la reforma y expulsión de los franceses de 1854-67, de la revolución de 1910-17, del cardenismo de 1934-40, de 68, 88, 94 y 2006, los ensayos de gobierno del DF, el EZLN y otros? ¿Acaso la tradición moderna incluye la milenaria historia prehispánica de más de cinco mil años?, que se empieza a conocer, 500 años después de barrida y sepultada por la conquista, pues apenas se decifran las lenguas maya, zapoteca, náhuatl de aquellas épocas y como se afirma por los expertos: menos del 10% de los sitios prehispánicos están descubiertos, la mayoría sigue enterrada. ¿Qué vigencia tiene hoy el pasado y sobre todo el presente indígena en el México actual? (1) ¿Qué papel juega la época colonial, su dominación e intolerancia con las culturas originales (lo que no hicieron los árabes en casi 8 siglos de dominación en España), el sincretismo de varias culturas y los cambios aportados en la actualidad? (2)

 

Para nadie es desconocido que el pasado, la historia, forma parte del debate por la supremacía de las posiciones políticas: su rescate y vigencia o su olvido o desvirtuarla. No es casual que en los gobiernos neoliberales, se borre el pasado prehispánico y colonial de los estudios de primaria, ni que en las versiones de Televisa vacíen de contenido las etapas básicas de la historia y la conviertan en paisajes hueros, mujeres hieráticas y de técnicas efectistas. Así, el pasado se vuelve un factor de la lucha y dominación ideológica y cultural, finalmente de poder. (3)

 

Para otros, en cambio, la historia es un factor de conocimiento de la realidad y del mayor cúmulo de experiencias de la humanidad, en particular, el conocimiento de las luchas por el cambio democrático, en un sentido profundo, no sólo jurídico, electoral o político sino también social, económico, cultural y participativo de la sociedad, es lo que entendemos por el cambio democrático, no el formal. La historia es la escuela de las experiencias nacionales e internacionales, para conocer los avances, limitaciones y retrocesos de la historia, sus causas y consecuencias. Porque la historia de las naciones y del mundo, como la memoria de los hombres, es un organismo vivo en constante acción, que se atrofia si no se cultiva y ejercita o, si se permite que otros lo vacíen o desvirtúen.

 

En 2008 tuvimos un trascendental debate público sobre el petróleo en el Senado, en universidades, en medios de comunicación, la Junta Local de Conciliación y Arbitraje y otros lugares. Resultó claro de quiénes fueron los argumentos científicos, técnicos, jurídicos, sociales, económicos, históricos y políticos en contra de la privatización de Pemex. Fueron mayoría las voces progresistas y de izquierda. En cambio, la derecha representada por las cúpulas del PRI, PAN, el gobierno federal y algunos académicos, presentó un frente pobre en argumentos y minoritario. Por lo que tuvieron que acudir a la fuerza política, maniobras y el control de los medios de comunicación.

 

De nuestra historia, lo que nadie puede negar es que los momentos de mayor avance corresponden a las fuerzas progresistas, nunca han sido de la derecha o de la reacción. Al contrario, ellos han estado en contra, cuando no de enemigos, del cambio democrático e independencia de la nación. Que ahora los gobiernos y los medios de comunicación oligárquicos, quieran atribuir esas enormas luchas y experiencias a un pueblo abstracto o simplemente a bellas imágenes del paísaje nacional, es otra cosa: hacer una deformación de la historia y vaciarla de su contenido fundamental.

 

Las tres principales constituciones nacionales, de 1824, 1857 y 1917, surgieron después de las revoluciones de 1810, 1854 y 1910, abanderando las aspiraciones populares en normas adelantadas de su época, parecía una regla poder acceder a normas progresistas sólo después del triunfo de las revoluciones (4). En nuestro tiempo, de 1998 a 2010, en Latinoamérica las reformas constitucionales adelantadas surgieron después de los triunfos electorales de las fuerzas progresistas, en Venezuela, Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Uruguay y otros. Que se sepa, nunca surgieron antes, con los gobiernos neoliberales.

 

Las cuatro etapas fundamentales que marcan la historia moderna nacional:

 

La patria:

Un río de nombres ensangrentados.

 

Eduardo Mitre. 1982.

 

  1. De 1810 a 1823, en la era de la Independencia, la nación deja de ser una colonia del imperio español y busca crear y formar un nuevo estado, un gobierno representativo y una nación independiente; que en 1820 se debilita y el proyecto de nación de Hidalgo, Morelos y Guerrero, es arrebatado por las fuerzas de Iturbide primero y las del dictador Santa Ana después, la derecha. La formación del nuevo estado fue débil en los años siguientes, tanto por la herencia del sistema atrasado que nos deja y que representaba España frente a la Europa capitalista del norte, como porque la derecha nacional, con la iglesia y los militares se aferraron al sistema del pasado colonial, generando una fuerte división entre conservadores y liberales. No obstante, las largas luchas populares de independencia crearon lo nuevo y el cambio democrático, aspectos esenciales para formar la nueva nación. Que es lo que ahora conmemoramos, la sangre generosa derramada, su decisivo aporte histórico y la vigencia de sus demandas.

 

  1. De 1854 a 1867, en la era de la Reforma, de la guerra fratricida y la guerra por la expulsión de los invasores franceses, la lucha popular encabezada por los liberales y Juárez logra crear un estado laico, de derecho, soberano e independiente, con un gobierno firme y honesto. Con el programa de las reformas liberales y la unidad popular logran resistir y aun derrotar a los imperialistas franceses y a sus aliados los conservadores nativos, obteniendo el reconocimiento internacional para un país pobre y atrasado, cuya gran gesta apreciaron mucho en Latinoamérica. Al proyecto colonial se opuso el liberal moderno de capitalismo, progresista en esos años, que junto con la guerra y la unidad nacional contra los imperialistas, llevaron a consolidar el nuevo estado de instituciones y laico. La honestidad del gobierno de Juárez y de muchos liberales no es un valor de poca monta, como tampoco lo fue unificar al país en ese momento decisivo.

 

En el último tercio de siglo XIX cambia el mundo: México transita por el sistema capitalista a pesar de su atraso, y los países adelantados de Europa y Estados Unidos transitan del capitalismo a la fese imperialista, e imponen a los países atrasados un captalismo si, pero subdesarrollado y dependiente. (5)

 

  1. De 1910 a 1917, la era de la Revolución, derrota a los herederos de la colonia y de los conservadores, dando fin a la sangrienta dictadura de más de 30 años, tras una larga y cruenta lucha eminentemente popular, que deja un millón de muertos y emigrantes, para restablecer las bases de la vieja democracia liberal. Sin embargo, cambia el proyecto durante la revolución por un nuevo: crear una democracia con fuerzas sociales, crear la propiedad estatal y social y un patrimonio de riquezas nacional, para lograr un desarrollo soberano e independiente. La Constitución de 1917, además de ley suprema se vuelve proyecto de la nación. (6) Sin embargo, las metas de la Revolución y de la Constitución se verían incumplidas, tanto por la intromisión diplomática e intervención militar extranjera, principalmente de Estados Unidos, como por los gobiernos posrevolucionarios que, aliados a la burguesía, derrotan a las fuerzas de Zapata, Villa y Flores Magón, dando un giro notable a la derecha de 1928 a 1934. Conmemoramos la heroíca lucha campasina, obrera, indígena, magisterial, cultural y política, sus enseñanzas y vigencia.

 

  1. De 1934 a 1940, en la era Cardenista de grandes realizaciones y cambios sociales, a través de una intensa lucha de clases, la obrera, campesina, magisterial, cultural, cooperativa e internacionalista, con un gobierno progresista (comunista, para la prensa de México y Estados Unidos), logra: desterrar el maximato, una dictadura disfrazada; realizar la reforma agraria integral (la mayor afectación al capital privado de la historia), para su reparto equitativo; la expropiación petrolera al gran capital extranjero, como un acto soberano e internacional de justicia y de democracia; la creación de CFE y nacionalización de los ferrocarriles; la reforma educativa laica y científica, alfabetización y creación del Politécnico; impulso al cooperativismo productivo y social; cambio y fortalecimiento de organizaciones sociales (7); solidaridad internacional con las mejores causas, destacando las posturas antifacistas y antimperialistas.

 

El llamado Estado de Bienestar con el que se identifica al cardenismo no es obra de un proyecto burgués. Habrá que recordar siempre que la nacionalización de la industria petrolera no se origina en el gobierno de Cárdenas ni con Lombardo, sino en el seno de la lucha petrolera por obra de varias huelgas de 1933 a 1937, otra papel tocó al inteligente y valiente gobierno de Cárdenas; del mismo modo que la reforma agraria surge de la huelga general de los jornaleros agrícolas de la Comarca Lagunara, no por un decreto; la organización del Comité Nacional de Defensa Proletaria no surge como iniciativa del gobierno, ni de Lombardo ni del Partido Comunista, sino del SME que convoca a todos los sindicatos de entonces, menos a la oficialista y corrupta CROM. Varios de los debates más importantes de hoy en la vida política se dan en torno a la obra del cardenismo, se le conozca o no, como la industria petrolera, eléctrica, ferrocarrilera, etc.

 

Desafortunadamente para la izquierda el debate sobre el cardenismo quedó limitado a las alternativas únicas y excluyentes: capitalismo o socialismo. Si el cardenismo no se planteó la vía socialista, como fue, entonces se le descalificaba como vía revolucionaria y se le encasilló como reformista. Menospreciando una etapa fundamental de grandes obras y luchas. Aunque para la política neoliberal la obra cardenista un obstáculo para sus fines y una meta destruir. Hoy a nadie se le ocurriría reclamar a los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Bolivia, por seguir dentro del sistema capitalista, porque su independencia avanza frente a Estados Unidos y en muchas medidas sociales y de soberanía. Hoy debería ser obligatorio para quienes desde la izquierda o posturas pregresistas aspiran llegar a gobernar un municipio, un estado y con más razón el país, leer a Lázaro Cárdenas, Narciso Bassols y Francisco J. Múgica, ni que decir de Juárez y tantos más.

 

Entre los aspectos constantes de las cuatro etapas, destacan:

 

- El carácter progresista y revolucionario de las cuatro etapas fue invariable, el avance correspondió a su época y al grado de desarrollo socioeconómico y político nacional e internacional. Son los cuatro grandes avances más significativos de la nación.

- A cada etapa, correspondieron diversos antecedentes de esa gran lucha; años previos a que detonaran las grandes luchas populares de 1810-21, 1857-67, 1910-17 y 1934-40, hubo otras luchas previas, esfuerzos organizativos, políticos y publicaciones que preparan el terreno y crean mejores condiciones para las luchas definitivas.

- En los cuatro capítulos, la postura de la derecha fue invariable: en contra del cambio aun dispuesta a la guerra, o replegada con las fuerzas retrógradas, pero cuando el cambio fue inevitable, se sumó a él para dirigirlo y encauzarlo a sus fines, como ocurrió en 1820-23 con Iturbide y después con Santa Ana.

- La participación popular en las cuatro etapas fue decisiva: la lucha de independencia, a diferencia de las latinoamericanas donde principalmente fue entre ejércitos regulares, aquí fue eminentemente popular con Hidalgo, Morelos y Guerrero.

- El contenido progresista y las acciones unitarias nacionales fueron decisivas para el avance de las cuatro luchas, en cambio la división del pueblo debilitó las luchas.

- La jerarquía de la iglesia católica y los medios de comunicación han sido decisivos en las contiendas históricas, invariablemente apoyando a los poderosos. Ya Lucas Alamán en 1845 le ofrecía a Santa Ana el apoyo de la prensa, como arma decisiva para su causa.

 

Momentos culminantes de la vida nacional o la historia como escuela de las luchas:

 

Porque más que la ceniza me importa la sangre.

 

Efraín Huerta. 1981.

 

Diversos episodios de la historia se vuelven enseñanzas invaluables al conocerlas bien:

 

  1. Las dos invasiones a México más importantes del siglo XIX, fueron: del naciente imperio norteamericano en 1846-47 y del vigoroso imperio francés en 1862-67. Ambas guardan semejanzas y profundas diferencias, que vale la pena comentar para entender mejor nuestra historia y sus enseñanzas vigentes. Veamos: de 1836 a 1847, la nación sufrió varias mutilaciones de su territorio, primero la anexión de Texas por Estados Unidos en 36, luego la de Nuevo México en 45, y en 46 y 47 con la invación militar de EUA en todo México, vino la pérdida de la mitad del territorio; en 53, fue la venta de la Mesilla a EUA; tocó realizar todas esas acciones a Santa Ana con la mayor traición e irresponsabilidad, porque ante la invación militar de 46-47, además ahondó la división entre conservadores y liberales, apoyado por la jerarquía de la iglesia católica y la derecha, para debilitar la resistencia nacional. Notable fue el grado de entrega de Santa Ana a EUA.

  2. En cambio, los liberales una vez que ganan el poder en 1855, expulsan a Santa Ana del país, ganan la fratricida guerra de tres años derrotando a la derecha en 60, expiden las Leyes de Reforma y restablecen el Estado de Derecho y la Constitución del 57, cuyas banderas fundarían la unidad nacional y el Estado. Así, al llegar en 1862 la invación militar francesa, Juárez a la cabeza de los liberales organiza la resistencia y unidad popular, teniendo como oposición interna a la iglesia, la derecha y a los traidores que apoyan la invasión y al gobierno de Maximiliano. La resistencia popular y la derrota de los invasores es uno de los episodios más notables de la historia. Muchos fueron los intentos de dividir al pueblo mexicano, pero la firme respuesta de Juárez fue constante, porque tanta importancia tienen las banderas y el programa, la organización y resistencia popular, como el espíritu de lucha y la unidad del pueblo. Las últimas, también son condiciones indispensables para el triunfo.

  3. Un capítulo poco conocido es el estudio de las huelgas más significativas, por sus enormes enseñanzas: la general del centro del país en 1916, las generales de Monterrey de 1918 y 1919, las de los petroleros del Aguila en 1933-34 y de la Huasteca en 1934 y 1935, la huelga del SME de 1936, la huelga general de la CTM de 1936, la general de los mineros de 1944, los telefonistas de Ericsson de 1943 y la Telefónica en 1944, los tranviarios en 1945, las huelgas generales de los ferrocarrileros de 1958 y 59, entre otras muchas.

 

Una página brillante de la historia fue la huelga del SME de 1936, que desde sus preparativos, desarrollo y final, de 10 días, la hicieron los trabajadores sin ninguna intervención ajena a ellos, pese a los intentos de la CTM, PNR y funcionarios del gobierno. La responsablidad de la huelga fue completa del SME, al grado de que el servicio de emergencia a la población, el mismo SME lo fue ampliando durante la huelga, ganando así el apoyo del pueblo. Al octavo día de huelga la diricción del SME le pidió al presidente Cárdenas, en la Comarca Lagunera, más tiempo para negociar con la empresa extranjera y así evitar la mediación que proponían Lombardo y las autoridades de trabajo. Los dirigentes le explicaron a Cárdenas que la huelga resuelta por la mediación (partir las diferencias para llegar a la solución), negaba que ese derecho fuera de los trabajadores. El presidente accedió y la huelga fue un triunfó del SME, pero también de la clase trabajadora porque el paro laboral fue general en el centro del país y creó el primer contrato colectivo moderno, que estableció la bilateralidad de las partes como base del trato en el trabajo y la aplicación del contrato. Sorprendente fue la unidad del SME, así como la solidaridad de los demás sindicatos y de la CTM (aquella CTM), evitaron la división interna y externa, dos condiciones básicas del triunfo. (8)

 

En definitiva, la historia es de quien la trabaja, la conoce, la defiende y descubre en ella las enseñanzas nacionales e internacionales, para resistir ante el neoliberalismo y luchar por el cambio democrático. Desde luego, esta exposición de hechos y razonamientos de la historia no es limitativo ni excluye otros puntos de vista, sólo intenta alentar un debate entre nosotros sobre el papel de la historia en nuestra vida cultural y política actual.

 

 

Notas:

(1). Para el editor de Letras libres (enero de 2010, núm.133, p.9), Enrique Krauze: “México es un país occidental, de raíz cristiana, que disfruta de la extraña sensación de pertenecer a una cultura extinta como la mexica, y frente a la cual es más bien ajeno, aunque habite sobre sus ruinas, se alimente con sus recetas e incluso, a través de una minoría nada desdeñable, hable su lengua.” Después agrega más aberraciones sin base alguna, producto de su parecer y autosuficiencia. A diferencia de los especialistas, como León Portilla, López Austin, Matos Moctuzuma y tantos más, que hoy hacen de la revista Arqueología una lectura cultural obligada, porque asistimos en estos años y días a decubrimientos nuevos y de muy alto valor del pasado indígena y a entender la vigencia de sus valores y aportes, así como a los estudios y luchas indígenas que dan cuenta diariamente de los aportes que hacen a nuestro país, como lo advierten Carlos Montemayor y otros intelectuales.

(2). La conquista árabe de España del año 710 a 1498, casi 8 siglos, nunca llegó a la destrucción de los templos y a las piras humanas de herejes, fue una conquista tolerante de las religiones y culturas previas a la conquista, en lo que no se parecieron los españoles en América. Ver de Anwar G. Chejne: Historia de España Musulmana, Ed. Cátedra. 1999.

(3). Los medios de comunicación masiva han venido aumentando considerablemente su poder económico, político y cultural, a partir del enorme peso que tienen en el efecto ideológico y cultural sobra la población, se calcula por los especialistas que las televisoras llegan a casi el 76% de la población y la radio al 43%, mientras que la prensa cubre al 13% y las revistas políticas al 0.6%. Con lo cual la libertad de expresión cambia su sentido y alcance. La televisión nace en los años de 1945 a 1950, con el propósito deliberado del gobierno de Estados Unidos de hacer uso político e ideológico de ella para el control y mediatización de la población. Lo que repiten países como México con Miguel Alemán. Y como las elecciones dependen cada vez más de las campañas publicitarias, ahora Televisa y Tvazteca ya se juegan también con candidatos propios y equipos dedicados a esa nueva tarea, lo mismo que la imagen de los gobiernos y partidos cada vez dependen más de la publicidad y menos de la opinón política real de los ciudadanos. Ver Manuel Castells: La era de la información. Dos tomos, Siglo XXI, 1999.

(4). Ver los libros de don Emilio Krieger: En defensa de la Constitución, 1994; La Constitución restaurada, 1995 y, El Nuevo Derecho Constitucional, 1996. Ed. Grijalbo.

(5). El deslinde de especialistas en economía política en los años 60 en México y Latinoamérica, lleva a nuevos razonamientos que niegan que la Revolución Mexicana fuera antifeudal, como lo fue la francesa, ya que México desde las últimas tres décadas del siglo XIX ya transitaba por la senda del capitalismo, pero en un sistema capitalismo deforme, comparado con el clásico. Ver a autores como Alonso Aguilar: La Dialectica de la Economía Mexicana, 1967: Jorge Carrión, Fernando Carmona y Alonso Aguilar: El Milagr Mexicano, 1969. Nuestro Tiempo; Eduardo Galeano: Las venas abiertas, 1968, Siglo XXI.

(6). De la Revolución Mexicana son indispensable las lecturas de James Cockcroft y Friedrich Katz, además de los mexicanos como Silva Herzog, Bassols, Lorenzo Meyer, Múgica, Mancisidor, González Casanova y otros. En México después de la Revolución resurgirán las dictaduras disfrazadas de gobiernos: la del maximato 1928-34 y a finales del siglo XX, la oligarquica del neoliberalismo 1982-2012.

(7). La era cardenista de 1934-40, fue precedida por el movimiento huelguístico de 1933 a 1937, decisivo por su trascendencia en el que concurrieron varias corrientes sindicales. El Comité Nacional de Defensa Proletario creado en 1935, como antecedente de la CTM, no fue convocado por Lombardo, ni el Partido Comunista, ni por el gobierno de Cárdenas, fue el SME. En la ola de huelgas participan diversos sindicatos y federaciones, creciendo la cifra año con año, hasta llegar a 1935 a 624 huelgas y 145,212 huelguistas y en 1936 a 674 huelgas y 113,665 huelguistas, según estadísticas, que no registran todos los hechos, como en 1936: la huelga general ferrocarrilera de mayo que dura un día y es declarada inexistente con casi 60 mil obreros, la huelga general de junio en todo el país de media hora para reclamar el derecho de huelga, que incluyó actos públicos obreros en todo el país en la media hora, la huelga general del SME de 10 días en julio, que paraliza a casi 200 mil trabajadores del país, al dejar sin luz el centro del país, en agosto la huelga de la Comarca Lagunera de 25 mil jornaleros agrícolas. 1937 también resultaría decisivo el movimiento de huelga que origina la expropiación petrolera, cuya demanda obrera viene desde las huelgas de 1928, 33, 34 y 35. La organización sindical crece como nunca en el cardenismo, en 1935 de 293,857 trabajadores a 1940 son 877,888, casi se triplica, en cambio para 1950, después del gobierno de Alemán, baja a 817,381, así podemos afirmar que nunca se apoyó más el crecimiento y la organización obrera como en ese sexenio. Huelgas declaradas existentes en 1935, de 642 registardas en las Juntas de Conciliación, sólo 8 fueron declaradas inexistentes, o sea, que Calles tenía razón cuando se molestó por las huelgas en el país y, sobre todo, porque los tribunales se apegaron a la norma jurídica, por ello reclamó a nombre de los empresarios al gobierno de Cárdenas. Las cooperativas fueron muy impotantes para hacer frente a la crisis y a la quiebra de empresas, los trabajadores las tomaron, creciendo de de 1934 a 1940, de 778 que había se agregaron en esos 6 años 937 nuevas; de 32 mil cooperativistas se agregan 132 mil más y su capital de 1,523 mil pesos, agraga 13,743 mil pesos, tomado fuerza muy considerable su organización y su papel en la producción, entre las cooperativas más importantes están las de ingenios en Zacatepec, Morelos, y el Mante, Tamaulipas, Cruz Azul en Hidalgo y Tolteca en el DF y la experiencia de la administración obrera, en los Ferrocarriles de México, ¡fábricas y centro de trabajo sin patrones!. Habrá que agregar la Reforma Agraria, la Reforma Educativa y el movimento cultural de esos años que llegan en la historia a sus mejores momentos y expresiones, todos precedidos de fuertes luchas sociales. Ver libros, de Guadalupe Marín: El mercado de trabajo, CFE, 1955. De Rosendo Rojas:Tratado del Cooperativismo Mexicano. CFE, 1952.

(8). Ver la revista Trabajo y Democracia Hoy: Las 100 luchas obreras del siglo XX, 4ª edición, 2010. Y las Obras de Demetrio Vallejo, compiladas por Oscar Alzaga y Guadalaupe Cortés, en dos tomos, editadas por la Cooperativa Pascual, 2009.

 

*Texto leído en la conferencia en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, el 25 de enero de 2010, con el tema: “Los 200 años de la Independencia y 100 de la Revolución: ¿qué conmemoramos?”.

 

 

 

 

 

 

**El autor es coordinador general de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, ANAD, y de la dirección de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas, ALAL.

 


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EL SINDICALISMO INSURGENTE DE 1973 Y 1974 EN YUCATÁN

El Frente Sindical Independiente y Efraín Calderón Lara

Pedro Quijano Uc

 Para intentar ubicarnos habrá que señalar que nacionalmente a inicios de los años 70 el ambiente social, económico y político era tenso, y no era para menos, el país se había sacudido por acontecimientos históricos, como fueron: el movimiento estudiantil-popular de 1968; el ascenso en su accionar de la guerrilla; la masacre estudiantil del jueves de Corpus en 1971; el movimiento de los electricistas democráticos; el fracaso a todas luces de la política económica oficial, llamada “desarrollista”, traducida en carestía y bajos salarios; el rompimiento de miles de mexicanos con el PRI, y por tanto con su ideología, era evidente; el fortalecimiento de los partidos de izquierda y derecha.

 En Yucatán las luchas de hasta 50 mil campesinos henequeneros en la capital eran impresionantes; el descontento por el reciente fraude electoral local era notorio; las marchas de los electricistas del STERM contra el charrismo y por la democracia sindical impactaron mucho; la resistencia contra el cierre de la normal rural, entre otras, tensaban el panorama general.

 Y es en marco que el grupo estudiantil independiente “Jacinto Canek” actuaba desde 1971, inspirado ideológica y políticamente por los acontecimientos nacionales y locales; el grupo comenzó con tareas netamente estudiantiles y de barrio, y entre mayo y junio de 1973 se inicia en el ámbito obrero-sindical.

 La insurgencia sindical en Yucatán de aquellos meses fue parte de la ola insurgente nacional, que abarcó incluso estados tan inmóviles como Campeche. Esta ola se inicia con mucha fuerza, a mediados de 1973.

 El primer sindicato que se constituye de aquella oleada insurgente (el 19 de junio de 1973) es el de choferes del transporte  urbano que, en homenaje al dirigente indígena maya y en reconocimiento al grupo estudiantil que los asesoraba, se denominó “Jacinto Canek” también. Las formas y métodos organizativos que se usaron para su integración fueron: la movilización pública, con mítines, paros, secuestro de autobuses, volanteo, etc. contando con la participación abierta de núcleos estudiantiles universitarios, del Tecnológico y de la FEY. Este apoyo y participación estudiantil jugó un importante papel en la conformación de los sindicatos de aquella oleada (sin esa participación hubiese sido mucho más difícil). La movilización y la agitación obrera estalló ante muchos años de represión e ilegalidades, que habían impedido la sindicalización de importantes grupos de obreros y asalariados yucatecos.

 Las formas que adoptó la movilización obrera fueron completamente inusuales en nuestro medio, por ello fue que despertó grandes simpatías y expectativas entre toda la población, al menos en Mérida; el apoyo popular a la justa lucha sindical de los choferes urbanos fue muy importante, e incluso se recibieron apoyos de trabajadores afiliados a organizaciones y centrales oficiales; y esto fue así porque la gente identificaba al pulpo camionero como uno de los principales puntales del partido oficial, no solo por los tradicionales acarreos, sino también por los descarados premios a los propietarios con diputaciones y regidurías, y desde luego prestando un servicio pésimo, con la consecuente indignación de los usuarios, trabajadores en su gran mayoría.

El sindicalismo insurgente de aquellos años no surgió aislado, no nació con un espíritu gremialista y cerrado, sino que mantuvo desde su origen, como algo vital, la necesaria vinculación y relación efectiva entre los sindicatos y con la población toda, estudiantes, colonos, amas de casa, e incluso con campesinos, en quienes tuvo a un importante aliado.

 JULIO DE 1973

            Inmediatamente después de la constitución del primer sindicato (el de choferes Jacinto Canek), de lograr su registro legal, se entró de lleno a la discusión y elaboración del Contrato Colectivo de Trabajo, con el apoyo de estudiantes. Los dueños del monopolio camionero, disfrazados de cooperativa, intentaron evitar la sindicalización con amenazas y despidos y mediante el intento de sobornar al asesor jurídico, Efraín Calderón Lara, a quien le ofrecieron un vehículo y un viaje a Europa; el intento de soborno fue denunciado por el propio abogado en una asamblea y de ese modo rechazando tajantemente.

            El gobierno tampoco estaba tranquilo. Se había dado cuenta que la movilización de los trabajadores y el inmediato apoyo popular que éstos recibieron, fueron armas efectivas. Empezó a planear cómo evitar paros de los camiones y, de “pilón”, violar el derecho de huelga, aplicando la ilegal requisa contra los choferes.

Los integrantes del grupo estudiantil que apoyaban al sindicato, dedicaron gran interés y entusiasmo a la formación político-sindical, como elemento indispensable de capacitación para las luchas que vendrían. La actividad es febril, la nueva estructura sindical del Jacinto Canek, la combatividad y entusiasmo de los socios merecían una atención urgente para consolidarlos, tanto jurídica, como organizativamente; y es así como en las reuniones por línea por ejemplo, que se realizaban semanalmente, se incluía siempre el punto de información y formación sindical (aunque no siempre se pudo, por la ausencia de un plan concreto y quien lo realizara).

El prestigio del nuevo sindicato y del grupo estudiantil que lo apoyaba iba creciendo; el local era frecuentemente visitado por estudiantes y grupos de trabajadores, como los empleados de limpieza del aeropuerto LAVATAP, y los trabajadores de CONASUPO, quienes al fin sienten la necesidad de constituir un sindicato; con ellos se empieza a trabajar para materializar la idea, con reuniones bajo el agua, dando los primeros pasos en ese sentido...

 AGOSTO DE 1973

            ... La efervescencia laboral y sindical era muy alta. Efectivamente apenas se daban los pasos para consolidar al Sindicato Jacinto Canek, cuando surgen las condiciones para la conformación de otro: el de los empleados de la CONASUPO, que funcionó de hecho durante más de 7 meses, ya que no se le otorgó en todo ese tiempo su registro legal, por la existencia de un sindicato nacional PRO-PATRONAL, al cual los trabajadores nunca quisieron ingresar.

            En todas las acciones que se realizaron se contó con el apoyo del sindicato de cargadores de El Enlace; muchas asambleas y puntos de reunión fueron en la sede de dicho sindicato. Por supuesto los funcionarios de la CONASUPO no estuvieron pasivos y como siempre, las amenazas de despido, ofrecer ascensos, intentos de corrupción, estuvieron a la orden del día, esforzándose por evitar a toda costa, la existencia de un sindicato independiente en esa paraestatal.

            Por ello fue necesario realizar una acción relámpago, que consistió en la paralización de las labores en los diversos departamentos, evitándose también que los camiones ya cargados salieran de la empresa; naturalmente la acción fue acompañada de una gran agitación de los compañeros, que con esa acción dejaron atrás el temor y los indecisos se integraron, la combatividad y arrojo de las mujeres trabajadoras fue lo más relevante, pues ellas impidieron de hecho que los camiones cargados salieran, logrando incluso que apoyaran el movimiento; la tensión en el ambiente no generó violencia entre los trabajadores, los empleados de confianza y los cargadores, por el contrario hubo cierto nivel de unidad entre todos ellos.

            Con esta medida se logró que la empresa reconociera los derechos sindicales de los compañeros y el respeto a un convenio de trabajo.

 A partir del logro de este sindicato y lo más importante, de su reconocimiento, se establecen fuertes vínculos de hermandad entre ellos y los del Jacinto Canek, quienes se destacaron en los meses posteriores brindando la solidaridad necesaria en otras luchas, en la consecución del derecho al trabajo, a la huelga, a la contratación colectiva justa para las familias obreras, que pasaban de la desorganización a la sindicalización democrática e independiente...

 SEPTIEMBRE DE 1973

             Como era de esperarse los patrones yucatecos molestos, ante tantos años de imponer sus condiciones e intereses, se niegan a admitir que los trabajadores ejerzan su derecho a la defensa de sus intereses profesionales y económicos, sobre todo porque es al margen del control oficial.

 Durante el mes de septiembre de 1973 surge el sindicato de la industria del Calzado “16 de septiembre” de la empresa CANANEA, con más de 300 afiliados. Algunas de las causas que motivaron su surgimiento fueron: largas jornadas de trabajo, el mal trato de que eran objeto, salarios bajos, incertidumbre en su antigüedad, etc. En aquel entonces la empresa elaboraba 700 pares de calzado diariamente.

 Contra la voluntad patronal, el ejemplo ya estaba dado con el surgimiento y consolidación del sindicato Jacinto Canek, y es esa experiencia la que aprovechan los trabajadores de Cananea para salir adelante con su sindicato; la gran decisión y firmeza para la lucha que demostraron, junto con la asesoría del grupo estudiantil y en especial de Efraín Calderón Lara fueron sin duda, los pilares para su éxito.

 El despido de todos los que integraban el comité ejecutivo no se hace esperar, pero el apoyo físico y moral de los demás sindicatos mantiene el ánimo, nadie se amedrenta ni atemoriza, por el contrario se organizan paros escalonados para exigir: el respeto al derecho de sindicalización, la reinstalación de los despedidos y la firma de un contrato colectivo de trabajo.

 Como en otras ocasiones se intenta sobornar al asesor legal para que traicione a los trabajadores. La empresa argumenta “... mira Efraín, si teniendo supervisores los trabajadores son flojos, ahora teniendo sindicato lo serán más...”;  “el sindicato no es alcahuete de los trabajadores, ni busca cerrar la fuente de trabajo – contesta el Charras – y si en 6 meses la producción baja, puede ejercer sobre mi persona los recursos legales correspondientes, sin que yo me defienda y los compañeros son testigos (por los trabajadores presentes)”

 La empresa al fin accede, se logra la reinstalación de los despedidos y se firma el contrato colectivo de trabajo. Esto permitió que los trabajadores demostraran su laboriosidad y para diciembre-enero la producción había aumentado a más de 1,400 pares diarios. Pero claro que ya les habían reconocido su sindicato independiente, sus antigüedades, seguro social, pago de horas extras, salarios profesionales, etc.

 Fueron los zapateros del “16 de septiembre” los que de manera consecuente, se convirtieron en el eje del sindicalismo democrático e independiente de Yucatán hasta 1977, cuando la empresa y el gobierno del Estado lo desbarataron. Era notables, desarrollaron en corto tiempo muchas capacidades organizativas sindicales, internas y externas, eran “líderes” como se dice por acá, que manejaban muy bien su contrato colectivo, la ley Federal del Trabajo, sus reglamentos estatutarios, y lo más importante: eran combativos y solidarios con las demás luchas obreras, como las del Hotel Príncipe Maya, las huelgas de gasolineros, de trabajadores universitarios, etc. era muy común que en las brigadas de costureras o gasolineros para boteos y volanteos, figuraran siempre los zapateros.

En diciembre del 73, en plena asamblea intersindical (con los sindicatos de ROMARCO, camioneros, zapateros, gasolineros y estudiantes), ellos manifiestan su preocupación por la seguridad personal del asesor legal Efraín Calderón, ante las amenazas de que era objeto. Pero era lógico –ahora podemos decirlo- que ante el repunte de lucha sindical de aquel tiempo, los patrones y la nefasta CTM, sorprendidos por la honestidad y resistencia de Efraín de no dejarse sobornar, hayan considerado “peligroso” para sus oscuros intereses que cundiera el contagio y otros muchos trabajadores se organizaran en sindicatos independientes, y es por estos momentos cuando se empieza a tejer la forma de cómo eliminar a Efraín.

 OCTUBRE DE 1973

             La organización de trabajadores en sindicatos independientes continúa. A estas circunstancias respondía el grupo de apoyo estudiantil “Jacinto Canek”, consolidado ya a estas alturas. Muchos estudiantes provenían de las aulas universitarias y veían con asombro, cómo no correspondía lo que les enseñaban con la realidad, ya que los trabajadores de la misma universidad eran maltratados. Motivados por los estudiantes del grupo “Jacinto Canek” algunos empleados de la universidad se empiezan a reunir en el despacho del “Charras”; ... ya convencidos, se acuerda constituir la Asamblea del Sindicato Único de Trabajadores Administrativos y Manuales de la Universidad de Yucatán “Felipe Carrillo Puerto” (SUTAMUDY), en el local del ex- STERM, el día 4 de octubre de 1973. De esta forma con un puñado de poco más de 20 trabajadores nace este primer sindicato SUTAMUDY, que luego quedaría como asociación sindical: AUTAMUADY.

             Algo que contribuyó en mucho a la formación del SUTAMUDY fue la constitución, en la Escuela de Economía de la Universidad, del FRENTE SINDICAL INDEPENDIENTE (FSI) en ese mismo mes de octubre, en el cual se acuerda en forma unánime el apoyo a la lucha de los trabajadores universitarios. La lucha universitaria continuó con fuerza y decisión; entrando a sesiones del Consejo Universitario, con paros, bloqueos de trabajadores y estudiantes, y con la HUELGA.

 NOVIEMBRE Y DICIEMBRE DE 1973

             En el sindicalismo de las gasolineras y garages de Yucatán, hubo compañeros muy combativos, como Victor Novelo, Carlos Ponce, César Montejo y otros, que antes e inmediatamente después de la constitución del sindicato dieron muestras de tenaz lucha, para lograr lo que por años les habían escamoteado los patrones de las gasolineras de San Juan, San Miguel, Lago y la de la Unión de Camioneros, que fueron las primeras en organizarse sindicalmente, ya que las de San Fernando, del Mayab y la Mérida por diversas circunstancias se desistieron.

             En las acciones que realizaron estudiantes y choferes para formar el sindicato “Jacinto Canek”, entre mayo y junio de 1973, estuvieron siempre presentes algunos compañeros de las gasolineras, a quienes incluso se pensó afiliarlos al sindicato Canek.

 En un principio se trató darle vida a un sindicato fantasma, de las gasolineras y garages del municipio de Mérida (con No. de registro 813), pero la patronal empezó a despedir gente, a lo cual se recurrió al gobernador Loret de Mola para exigir garantías y tramitar un nuevo sindicato, el cual se constituyó el 27 de octubre de 1973, en el local de los maestros democráticos, y para el 7 de noviembre se logró el registro No. 995 para este sindicato. Esta organización se fundó con la participación de 100 compañeros, el siguiente paso fue conseguir los contratos colectivos de trabajo, para lo cual se tuvieron que organizar huelgas, que iniciaron el 7 de diciembre y terminaron el 14 del mismo mes, con el logro de la firma de los contratos colectivos. El sindicato llegó a tener 200 afiliados en unas 14 gasolineras, principalmente de la ciudad de Mérida. En esta lucha la solidaridad fue contundente, ahí estaban los choferes del Canek, con camiones haciendo guardias nocturnas con los compañeros, los trabajadores de CONASUPO, las costureras de la ciudad industrial y también los estudiantes, quienes con su entusiasmo le daban un toque de alegría y combatividad a las acciones huelguísticas.

 En ROMARCO, maquiladora instalada en la ciudad industrial de Mérida (de dueños estadunidenses y mexicanos) dedicada a la confección de trajes para hombre para el mercado externo, ocupaban a 180 obreros, de los cuales 40 ó 50 eran hombres y el resto mujeres. Repentinamente la empresa empieza a hacer maniobras raras, incrementando la inseguridad en el empleo, reteniendo salarios, diciendo que faltaba mercado, etc.; los compañeros acuden al despacho del asesor sindical, empiezan las entrevistas con la patronal y la labor de organización y unidad entre los obreros, la empresa amenaza con cerrar, los rumores son alarmantes, los volantes obreros empiezan a circular, hay saqueo de materia prima de parte de la empresa; los obreros responden estableciendo una guardia permanente y masiva a las puertas de la maquiladora. La huelga de hecho dura desde diciembre de 1973 hasta marzo de 1974, lo cual sirvió para garantizar los derechos obreros y presionar a la empresa y al gobierno; asimismo se pudo notar el gran compañerismo entre los trabajadores independientes, agrupados en el FSI. Fue el 27 de diciembre de 1973 cuando nació el sindicato de trabajadores de la industria del vestido “Rubén Jaramillo”.

 En ese diciembre de 1973 la agitación obrera fue extraordinaria para el recién formado FSI y para los activistas del Frente Jacinto Canek, entre ellos el Charras, pues la movilización, la unidad y la solidaridad de los zapateros, los de CONASUPO, camioneros y los de CUSESA se puso de manifiesto en apoyo a las luchas de los universitarios y gasolineros, para lograr la firma de sus contratos colectivos.

La maquiladora ROMARCO se disuelve y liquida a los trabajadores, pero el gobierno se compromete a que Nacional Financiera invierta y haga funcionar de nuevo esta empresa, con nuevos funcionarios, a fin de que los trabajadores continúen con  su fuente de empleo. Y si funcionó, pero no mas de 20 días, para luego cerrar definitivamente y dejar en el desempleo a decenas de obreros. Claro, firmaron otro convenio en el que se comprometían a recontratar a estos trabajadores. La espera para el cumplimiento de esta promesa sigue vigente, como ha sido vigente la alcahuetería de todos los gobiernos locales con los empresarios nacionales y extranjeros.

 ENERO DE 1974

             Después de una navidad huelguística, enero de 1974 se caracterizó por la intensa organización sindical, particularmente con los trabajadores de dos grandes empresas de construcción: la de CUSESA y la de MITZA; un tercer grupo de trabajadores en proceso de organización sindical fueron los fileteadores de pescado en Progreso.

             En el caso de los trabajadores de CUSESA, desde agosto o septiembre de 1973 los estaba asesorando Efraín, por lo que ya tenían un mínimo de experiencia de lucha y organización interna, dado que estaban luchando por la democratización de su delegación sindical (la patronal les tenía impuesto un sindicato patronal fantasma, del cual sólo sabían cuando les cobraban las cuotas sindicales sin ningún beneficio); esto lo acabaron y empezaron a actuar como grupo sindical local independiente, y con ello se estaban preparando a dar la pelea en grande, para lograr el respeto a sus derechos laborales y mejorar sus condiciones de trabajo, incluso empezaron a planear contactos con trabajadores del grupo estudiantil Jacinto Canek. Los compañeros de CUSESA, alrededor de 45 trabajadores, trabajaban en Mérida en dos lugares: en la Colonia Bojórquez que era el banco de piedra, y en lo que es hoy la colonia Campestre, en el trazo de calles, limpieza de carreteras y banquetas.

             En cuanto a los trabajadores de MITZA, que trabajaban por la carretera a Caucel, inician su organización sindical haciendo reuniones selectivas, hasta lograr la constitución de un sindicato al que llamaron Cecilio Chí logrando su registro ante la Junta Local; fue cuando se propusieron luchar por la firma de un contrato colectivo de trabajo, e iniciaron la preparación para dicha lucha.

 A pesar de que la preparación se hizo con todo cuidado y discreción la empresa se enteró y empezó a reprimir, despidiendo a los dirigentes, con lo que el miedo se apoderó de los compañeros, aunque lograron superarlo y la lucha continuó, eran cerca de 100 trabajadores.

De los fileteadores de Pescados Mexicanos de Yucalpetén, el trabajo de organización sindical se inicia en forma lenta pero segura, se realizan las primeras reuniones y todo pinta bien...

             El recién fundado sindicato Cecilio Chí de MITZA fija la huelga para el 7 de febrero de 1974, pero no se logró estallar porque la Junta declaró “improcedente” el emplazamiento; la huelga probablemente no se hubiera hecho de todas maneras ya que ese día grupos de choque de la CTM apoyados con policías se presentaron para evitar a la fuerza el estallido. Los trabajadores del FSI zapateros y choferes ahí estaban presentes para apoyar a los de MITZA y ejecutar el acuerdo sindical tomado: NO al enfrentamiento, no estallar y apelar legalmente el fallo anticonstitucional de la Junta. La empresa utiliza al sindicato “Héctor Victoria” de la CTM, para obligar a los trabajadores a que renuncien al sindicato independiente y se afilien a esta organización espuria, charra. El FSI acuerda entonces solicitar el recuento para resolver quien tiene la mayoría y por ende la titularidad del contrato. Ese recuento jamás se haría por el secuestro y asesinato del asesor. Los trabajadores de CUSESA hicieron un paro de labores el 11 de febrero.

             El 13 de febrero, por la mañana se reúne el gobernador con empresarios en Palacio y a las 11:45 de la noche SECUESTRAN A EFRAÍN, al día siguiente, a las 8:00 AM. grupos de choque de la CTM y de la policía rompen el paro de CUSESA, con la tajante amenaza de “... o regresan al trabajo o pierden todo”

             Desde el medio día del 14 de febrero inician las movilizaciones.

             El Frente Popular “Jacinto Canek” y algunos sindicalistas hacen una marcha para denunciar el secuestro; por la tarde las organizaciones estudiantiles FEU y FETI y el FSI y el Frente Popular se reúnen y se acuerda cerrar algunas escuelas y facultades para presionar y demandar la presentación de Efraín Calderón Lara.

             El viernes 14 paran y bloquean el tránsito; las escuelas de Comercio, Leyes, Matemáticas, Prepa 1 e Ingeniería Civil. En la noche el FSI marcha hasta la Universidad para corresponder al estudiantado, y se trasladan hasta la plaza principal, pero hay provocación de grupos de choque del gobierno y se regresa a la universidad, y ante un indignado auditorio se acuerda: 1.- Responsabilizar al gobierno, a los empresarios y a la CTM por el secuestro del Charras, 2.- exigir la presentación del asesor, vivo o muerto, y 3.- el compromiso de mantener la alianza obrero-estudiantil hasta lograr las demandas y garantizar el respeto a los sindicatos y a los dirigentes.

             El sábado 16 la policía intenta quitar los bloqueos de las calles que habían hecho los estudiantes, disparan contra la fachada de la Universidad y toman por asalto el local del FSI, y entre las 4 y 5 de la tarde, el ejército sale a las calles a patrullar, intentando frenar el movimiento popular de protesta que se iniciaba con gran fuerza ante la indignación. Parece que la maniobra contra la Universidad y el local del FSI fue para encubrir la salida del cadáver de Efraín, para ser llevado a tirar a Quintana Roo. Hay versiones que Efraín fue torturado y asesinado en la casa de Loret de Mola y había que sacarlo de ahí.

             El domingo 17 las cámaras patronales “felicitan” al Gobernador por solicitar al ejército, en “prevención de la alteración del orden público”

             Para el lunes 16 encuentran el cadáver de Efraín, con claras muestras de monstruosas torturas, en la carretera que va de Carrillo Puerto a Chetumal. La noticia de la tortura y asesinato recorre Mérida y la indignación popular se agiganta, se manifiesta con un gran contingente, de más de veinte mil personas, que van al sepelio del asesor el día 20 de febrero. En la ceremonia del sepelio se acuerda que el FSI se llame desde entonces “EFRAÍN CALDERÓN LARA” y se EXIGE EL ESCLARECIMIENTO DEL BRUTAL CRIMEN Y EL CASTIGO INMEDIATO DE LOS RESPONSABLES INTELECTUALES Y MATERIALES.

             El movimiento popular-estudiantil y obrero se generaliza. Paran muchas escuelas, se forman comités de barrio y comités ejidales.

             Más tarde quedaría claro que los asesinos del Charras, los que lo mandaron asesinar fueron: el gobernador priísta Loret de Mola, los empresarios yucatecos, principalmente los de MITZA y CUSESA y los directivos de la CTM local, seguramente con la anuencia y respaldo del gobierno de Echeverría, de las cámaras patronales nacionales y de la CTM nacional.

 EFRAÍN CAYÓ ABATIDO POR LA COBARDÍA Y LA TRAICIÓN DE CHARROS, GOBIERNO Y PATRONES

SU MUERTE NO FUE EN VANO

             De manera natural se siente la necesidad de dar información por parte del Frente Popular “Jacinto Canek” y del FSI “Efraín Calderón Lara”, de los acontecimientos que se estaban sucediendo; ya no sólo a los trabajadores afiliados sino a todos quienes la pidieran. Van hasta los centros de organización del movimiento: Escuela de Economía (61 x 66), Edificio Central (57 x 60), Escuela de Medicina (Av. Itzáes), Prepa # 1 (Fénix) y donde la principal fue la escuela de Economía, donde funcionaba el Frente Estudiantil “Jacinto Canek”. El movimiento adquiere un contenido ya no solo laboral (obreros), sino de manera notoria la gran participación de la gente de los barrios, así como de núcleos importantes de estudiantes, ya que para entonces la huelga estudiantil abarca todas las escuelas de la Universidad, todo el Instituto Tecnológico y todas las secundarias federales, así como numerosas primarias, los grupos de activistas con cientos de volantes y botes de colecta sellados, se movían por los cuatro puntos cardinales de la ciudad, las señoras de los barrios volanteaban de casa en cada y al término llegaban a los centros organizativos para rendir cuentas e informar; los mercados, los autobuses, los parques, las puertas de las escuelas, eran escenarios de mítines relámpagos, los equipos de sonido, las pintas-murales en paredes fueron los instrumentos de que se valió el movimiento popular para mantener la información, coordinación y acción del mismo. Las escuelas por las noches eran hervideros de gente que asistían a escuchar a los oradores del FSI y dirigentes estudiantiles, las guardias permanentes, las fogatas, las canciones, las parodias y el entusiasmo eran generalizados, pues el aire de libertad se respiraba verdaderamente, se hacía lo que las asambleas decían y nada se imponía sin explicación. Al gobierno y periódicos locales, como el Diario de Yucatán, por mentirosos, nadie les hacía caso.

             La organización –estructuración- de los Comités de Barrio, se puso en marcha, las salidas a los municipios también se hacía y se organizaron Comités Ejidales en Kinchil, Ixil, Conkal, Hunucmá, Caucel, Tetiz, Molás y otros. Los núcleos de obreros se acercaban al FSI (Chocolate Pérez, Voceadores, Zapateros, Panaderos, Trabajadores de plásticos). Como se ve, el movimiento seguía creciendo y tendía a extenderse por todo el Estado, se formó desde luego la Coordinadora Estudiantil Popular, que dirigía el movimiento, ya las acciones sindicalistas del FSI contaban con el apoyo y participación de barrios y estudiantes. La tarea fundamental en todo este tiempo, fue la de organización a aquellas gentes que se movilizaban y en gran parte se logró.

             El Frente Popular se metió de lleno a los Comités de Barrio y a los ejidales que sin la participación del propio movimiento no hubiera sido posible; el mismo Frente Popular “Jacinto Canek” tenía que coordinarse con los compañeros para los asuntos pendientes y sobre todo algo urgente, tener asesores jurídicos que también se logró por el propio movimiento...

 ABRIL DE 1974

             El Frente Sindical Independiente continúo funcionando; las tareas fueron la consolidación del sindicato universitario, del “Rubén Jaramillo” y la conformación de nuevos sindicatos. No obstante empieza a sentirse la ausencia del abogado recién asesinado, sobre todo entre los directivos de los sindicatos ya formados, como el de choferes y el de gasolineros, las tácticas de patrones y gobierno de presionar a los dirigentes empieza a hacer mella, no solo para sembrar desconfianza, sino para romper la unidad interna del FSI como muestran los hechos: a) desconfiar de unos de los testigos del secuestro del Charras (que fue arbitrariamente e ilegalmente detenido e incomunicado), b) posterior al movimiento alejarse del FSI, romper con él para luego integrarse a una Central Oficial, la COR (actualmente la CROC). La actitud de los patrones y el sindicalismo oficial, así como del gobierno fue logrando sus propósitos; la asesoría legal siguió cubriéndose por medio de pasantes de Derecho, de Abogados y de los activistas del grupo estudiantil.

             Las demandas principales del FSI, convertidas en demandas populares y configurada en el movimiento de los barrios y la huelga estudiantil, que dura 2 meses, es satisfecha por la fuerza del movimiento, al grado de que la táctica de echar la culpa del crimen del Charras a integrantes del grupo estudiantil cae por tierra, y el gobierno se ve obligado a reconocer que los autores materiales del asesinato fueron miembros de la policía estatal (DGSPTE), a los cuales se les entrega, detiene, consigna, enjuicia y encarcela en Chetumal, Quintana Roo.

             Con el logro de la principal demanda, con la integración de los comités de barrio y con la integración de un núcleo estudiantil universitario, que posteriormente crecería para constituir el Frente Estudiantil Democrático Independiente (FEDI), se decide levantar la huelga y con ello el movimiento pasa a otra etapa: la de enarbolar las demandas propias de los sectores (obreros, barrios y estudiantes)  y avanzar en la organización democrática e independiente de cada uno de ellos.

             De manera general puede concluirse que en lo que respecta al FRENTE SINDICAL INDEPENDIENTE “EFRAÍN CALDERÓN LARA”, sale fortalecido del gran movimiento popular y firmemente arraigado en la sociedad, cuando menos de Mérida, esto es, no queda aislado, ya que goza de gran respeto e influencia, y es por ello precisamente que representaba una ALTERNATIVA REAL Y VIABLE para el conjunto del movimiento obrero y sindical en el estado, pero ¿por qué no puede ser así? ¿qué papel jugaron los patrones y el gobierno para que esto no sucediera? Y ¿cuáles fueron las acciones del FSI, que no permitieron que pudiera constituirse en esa alternativa?...

 MAYO DE 1974

             Inmediatamente después del levantamiento de la huelga estudiantil, con indiscutible apoyo popular, que paralizó primarias, secundarias, tecnológicos y universidad (manteniéndose esta última hasta el final), el Frente Sindical Independiente “Efraín Calderón Lara” conjuntamente con la Coalición de Sindicatos de Yucatán organiza la marcha del 1° de mayo, en la cual se evidenció que la CTM había perdido mucha fuerza y existía un claro debilitamiento en sus filas, por supuesto que el contingente mayoritario fue el independiente, que conjuntó a cientos de obreros, cientos de colonos (de los comités de barrios), grupos de maestros federales y un gran número de estudiantes; la combatividad, entusiasmo y unidad se dejó sentir en aquella gran marcha histórica de mayo de 1974, obrera, popular y estudiantil.

             A partir de entonces, todos los años y hasta 1990, se realizaron grandes marchas independientes, que superaban en mucho a las marcha oficiales.

             Con todo dos factores impidieron que el FSI creciera tanto numérica como políticamente, y que no se pudiera convertir en la Intersindical más fuerte e influyente de Yucatán.

 El primer factor fue el externo, con la política que siguieron los empresarios, el gobierno y los líderes charros oficialistas, quienes utilizaron todo su poder económico y político (empresas, Junta de conciliación, policía, dinero, prensa, radio, televisión, etc.) para que el pueblo y la mayoría de los trabajadores vieran al FSI y lo respetaran, pero hasta ahí, presionando para que no se unieran al mismo y evitando que se dieran cuenta que el FSI era la alternativa de organización democrática en defensa de sus legítimos derechos.

El segundo factor fue el interno, ya que el FSI no se trazó la meta de jalar a los trabajadores afiliados a la CTM, esto es, prevaleció en la mente de los independientes la falsa idea de que esos obreros eran charros, porque charros eran los líderes, sus contratos y sus sindicatos.

             La combinación de estos dos factores nos muestra claramente que la mayoría de los trabajadores yucatecos estaban ganados por las ideas de los patrones y del gobierno, por ello no comprendieron ni sintieron la necesidad de estar en una organización democrática, donde sean tomados en cuenta y sean ellos mismos los que decidan todo, como era el FSI.

             En ese contexto el FSI fue una avanzada y por tanto, un ejemplo que no se pudo seguir. Incluso al poco tiempo, vino la disolución de la Coalición de Sindicatos de Yucatán, y los sindicatos que ahí se encontraban lejos de buscar mejores formas de organización e independencia sindicales, la mayoría de ellos se metieron a las centrales oficiales charras: CTM y CROC ¿Por qué? Porque mientras el FSI “Efraín Calderón Lara” lo fundan y manejan los trabajadores de base principalmente, en la Coalición y otras intersindicales los fundan y manejan los comités ejecutivos principalmente.

 

 

 

 

 

 

 

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Las Luchas Sindicales de 1982 y 1983 en Yucatán

Mauricio Macossay Vallado

Septiembre 2004

Cuando en 1977 desaparece el Frente Sindical Independiente “Efraín Calderón Lara”, las luchas sindicales independientes y democráticas entraron en un receso y depresión del que no saldrían sino hasta 1980, con las luchas de los empleados de Almacenes Blanco, que aunque realizaron un gran esfuerzo fueron final y dignamente derrotados y de los obreros salineros de Las Coloradas, quienes pese a todo si triunfaron y lograron un sindicato independiente y combativo. La gran mayoría de la clase trabajadora yucateca organizada sindicalmente, se mantuvo temerosa, a la defensiva y con pocos ánimos de lucha. El panorama sindical era dominado casi totalmente por el famoso trío: charros (CTM y CROC), gobierno estatal y federal (a través de las juntas federal y local de conciliación y arbitraje y de la Sría. del Trabajo) y patrones.

 En 1982 grupos de trabajadores yucatecos empezaron de nuevo a levantar cabeza, organizarse y luchar, para avanzar en la conquista de importantes derechos económicos y laborales, que en la ley eran sólo letra muerta. En 1982 y 1983, coincidiendo con la crisis política y económica nacional y el cambio de sexenio, hubo luchas y movilizaciones de: los cordeleros, los desfibradores, los panaderos de Dzidzantún, los trabajadores de Climas de Yucatán, los obreros siderúrgicos, los universitarios y los empleados de Bancos, Fideicomisos y Aseguradoras. Destacaron ampliamente las luchas de los siderúrgicos, de los universitarios, de los empleados del Banrural y del Fideicomiso para la Organización y Capacitación Campesina (FOCC); luchas que contaron con el apoyo parcial de antiguos sindicatos (cerveceros y refresqueros principalmente) que en aquel entonces se habían integrado a la CROC yucateca.

 En aquellos dos años los trabajadores yucatecos dieron ejemplares luchas por la vía independiente y democrática. Sin embargo una a una fueron duramente presionadas y derrotadas; la maquinaria patronal-oficial-charra funcionó efectivamente, aunque con ciertos problemas y falta de coordinación en algunos momentos. Los patrones (empresarios privados en el caso de siderúrgica y el mismo gobierno en los otros casos) utilizaron todo lo que tenían para combatir y derrotar a los trabajadores en lucha, cometiendo todo tipo de arbitrariedades e ilegalidades, con el abierto y cínico apoyo del gobierno estatal y federal, de las juntas de conciliación, de las centrales charras, sobre todo de la CTM, de la prensa local e incluso con el uso de antimotines. Mostraron una vez más, que en lo que se refiere a proteger sus particulares intereses de grupo y combatir las luchas sindicales legítimas, cualquier camino o medio es bueno; actúan con la fuerza que les da el tener el poder económico y político, y son siempre los primeros en pisotear la legalidad y los derechos establecidos en la Constitución y demás leyes laborales. No respetan nada, lo que los guía es imponer sus intereses y sus formas. Ah, pero eso sí, cómo hablan de legalidad y respeto a los derechos obreros y al “estado de derecho”.

 Los obreros siderúrgicos yucatecos se organizan en forma democrática e independiente y logran construir un gran sindicato en mayo de 1982, sindicato que surge al calor de la lucha, como un eficaz instrumento de defensa obrera; sindicato que se mantendría luchando ininterrumpidamente hasta mayo de 1983 (un año completo) ante la agresividad, arbitrariedad e ilegalidad del patrón Víctor Erosa. Erosa de las familias más corruptas de la burguesía yucateca, nunca respetó las conquistas sindicales, siempre estuvo agrediendo y hostilizando al sindicato, y como los compañeros estaban bien organizados, unidos y en pie de lucha, nunca se dejaron; los enfrentamientos fueron duros; y en más de 3 ocasiones, con la fuerza de su unidad, su independencia y combatividad impusieron ciertas conquistas, que el patrón tuvo que respetar, aunque de muy mala gana.

Los compañeros siderúrgicos sabían bien y así lo demostraron que no basta con estar unidos y tener la razón, que hace también mucha falta ser combativos y luchar por la vía independiente, dirigiendo sus luchas a las formas que convienen a los propios trabajadores, sin caer en las trampas legaloides de los patrones y el gobierno.

En el sindicato independiente de la siderúrgica todas las decisiones importantes fueron tomadas en Asamblea General y llevadas a la práctica por el comité ejecutivo, los delegados y las bases en forma firme, disciplinada y organizada, mostrando un alto nivel de combatividad y firmeza en el accionar sindical. Las constantes maniobras y agresiones patronales provocaron que el sindicato siempre estuviera en pie de lucha, lo cual no impidió que pese a esto, se fomentara la formación sindical de los socios, para elevar el nivel de conciencia sindical y política de los compañeros y mejorar los niveles de organización y combatividad obreros.

Durante la breve vida independiente del sindicato (apenas un año) dieron luchas ejemplares. Enfrentaron exitosamente al patrón en 2 reajustes fuertes de trabajadores, en su revisión salarial e hicieron respetar sus derechos y prestaciones. Apoyaron varias luchas de aquel tiempo, participaron en diversos actos de los sindicatos independientes e incluso organizaron un encuentro intersindical de formación político-sindical. Mantuvieron alianzas con sindicatos independientes y con sindicatos de la CROC yucateca. Fueron un combativo ejemplo de unidad, organización, independencia, solidaridad y combatividad por los legítimos derechos obreros.

Pero en abril de 1983 el patrón Víctor Erosa, inició una nueva ofensiva, despidiendo a 11 destacados miembros del sindicato (que eran jefes de turno); el sindicato respondió a la agresión ilegal y arbitraria suspendiendo el trabajo de horas extras y reduciendo el ritmo de trabajo normal; el patrón contestó con castigos y suspensiones, incrementando su agresión; el sindicato intentó negociar, pero el patrón no quiso, continuaba provocando; el sindicato entonces decide aumentar la presión obrera y estalla un paro el día 25 de abril. El paro estalla a las 7:00 de la mañana y el patrón contesta ese mismo día despidiendo a todos los trabajadores (eran 176 obreros) y estallando a su vez un paro patronal, despidiendo a su abogado y contratando otro (el abogangster fascista Tito Tun, especializado en agredir trabajadores), desatando una fuerte campaña contra el sindicato y provocando un conflicto de grandes dimensiones. El sindicato a partir de ese 25 de abril instalaría un campamento de huelga a las puertas de la Siderúrgica, para evitar la entrada de esquiroles y exigir la reinstalación de los despedidos, a la vez que recurría a solicitar el apoyo sindical (de los independientes y de la CROC) tanto de Yucatán como de México, así como del pueblo yucateco. El sindicato estaba decidido a dar la batalla a fondo, en defensa de sus intereses y no rendirse ni dejarse vencer por la intransigencia e ilegalidad de la patronal. La unidad y la organización interna mejoraron sensiblemente, actuaban realmente como un solo hombre.

Sabían perfectamente que solo tenían dos caminos: rendirse y aceptar lo que el patrón quisiera o luchar combativamente, con el apoyo de sindicatos y pueblo en general, por la reinstalación y la normalización de las relaciones laborales, sobre bases justas y de respeto al sindicato; optaron por el segundo camino y nunca se arrepintieron. Las tácticas de lucha que fueron utilizando resultaron muy eficaces, todos los días se reunían en asamblea general para conocer las últimas informaciones, analizarlas, discutirlas y tomar los acuerdos necesarios. Conscientemente no cayeron en el terreno patronal de la lucha legaloide, ya que les era totalmente contrario y de haberlo utilizado hubieran perdido irremisiblemente y de manera vergonzosa.

Ante el paro patronal en la Siderúrgica, los obreros aumentaron notablemente su nivel de unidad interna, organización y combatividad, respondiendo en el mismo plano pero en su propio terreno de lucha. El patrón agredió al sindicato y recurrió al camino de los hechos consumados, fuera de la legalidad; el terreno que cotidianamente los patrones usan; mientras el sindicato de los siderúrgicos respondió a los ataques con tácticas obreras de acción directa, cuidándose de no entrar al terreno legaloide y derrotarse de antemano. Según la Ley del Trabajo los obreros solo tenían 2 formas de lucha: 1ª emplazar y estallar una huelga por violaciones, que el gobierno fácilmente podría declarar “inexistente” o “ilegal”, como lo han hecho muchísimas veces, obligándolos dizque “legalmente” a rendirse; o 2ª demandar en forma individual por el despido masivo y esperar que la autoridad laboral dijera quién tenía la razón, lo que significa esperar unos 2 años o más, o sea perder sin atreverse a luchar siquiera.

Los compañeros sindicalistas de la Siderúrgica sabían esto y por eso no cayeron en el juego legaloide; decidieron concientemente utilizar otro camino de lucha, el de contestar con la lucha directa, bloqueando la fábrica y controlando la entrada de gente, evitando la entrada de esquiroles y la salida de productos. Sabían los riesgos que corrían y se la jugaron; apostaron a su propia fuerza organizada; apostaron al apoyo sindical y popular. Durante 16 días mantuvieron su campamento de huelga de hecho, a la que nadie podía declarar “inexistente” o “ilegal”, mantuvieron la unidad y organización combativa, mientras que el apoyo sindical y popular iba creciendo más y más; hasta que el gobierno estatal, el del viejo decrépito y corrupto Gral. Alpuche, cediendo a los deseos y exigencias de las Cámaras Patronales y del propio patrón de la Siderúrgica, reprimieron con lujo de violencia la huelga obrera el 11 de mayo de 1983. Sólo por medio de la violencia represiva podían derrotar a los combativos siderúrgicos, cuando ninguna de sus otras medidas les funcionó (una fuerte campaña de prensa anti-obrera, las supuestas “negociaciones”, con el gobierno de dizque “mediador”, amenaza a dirigentes y asesores y otras más). Sólo con la aguda violencia anti-obrera, violando todos los derechos humanos, que dicen respetar y hasta dizque proteger, podían doblegar a los obreros siderúrgicos; y aún así no les resultó fácil.

Aunque el gobierno estatal utilizó toda su fuerza represiva (más de 300 policías anti-motines, preventivos, bomberos y judiciales) aquella tarde del 11 de mayo de 1983, contra los compañeros siderúrgicos, éstos resistieron la agresión y respondieron con golpes a los golpes, a pesar de ser tan sólo unos 80 obreros en el momento de la represión; aunque finalmente fueron derrotados ante la superioridad numérica de los “valientes” represores. Fueron detenidos una docena de obreros y compañeros solidarios que se encontraban en la puerta de la fábrica cuando se dio la represión. Detenidos que fueron liberados dos días después, sin cargos, cuando la patronal impuso el despido, sin indemnizaciones, de la mayoría de los trabajadores y un “nuevo sindicato” controlado y manipulado directamente por el patrón, con el apoyo de la CROC nacional y local, a la manera de sindicato de protección. La persecución contra los asesores del sindicato se detuvo dos semanas después, con la solidaridad de organizaciones nacionales y ante el clima de tensión local que se vivió.

Unos 5 días antes de la represión (el 6 de mayo) el patrón Erosa contrató a unos 200 golpeadores de la CTM, para que desalojaran a los huelguistas, pero al toparse con la sólida unidad obrera desistieron del intento de romper la huelga. El patrón con ello, demostraba de nueva cuenta su ilegalidad y arbitrariedad, así como su decisión de imponer por la fuerza sus intereses, pasando por encima de los trabajadores. Ese mismo día 6 de mayo iniciaron las “negociaciones”, en las que todo el aparato patronal, periódicos, TV, radio, gobierno estatal y cámaras patronales, intentaron quebrar la combativa unidad interna de los compañeros. Y como no se quebraron a pesar de la fuerte campaña, presiones, calumnias, amenazas y mentiras, recurrieron a la fuerza, a la agresión violenta. La represión del 11 de mayo fue cuidadosamente preparada y respaldada con los medios de comunicación locales, aunque después con todo cinismo, afirmarían que los obreros fueron los provocadores.

Después de que los policías reprimieron, con lujo de violencia, a los compañeros siderúrgicos el 11 de mayo de 1983, el gobierno yucateco desató una fuerte campaña de amenazas contra el sindicato y persiguió a dirigentes y asesores sindicales, con el afán de acallar cualquier protesta ante la cobarde represión. La gran lucha de los siderúrgicos y la represión que sufrieron, no tenía antecedentes en Yucatán desde 1937, cuando masacraron a un grupo campesino en la Plaza Grande de Mérida.

La derrota obrera impuesta por medio de la violencia represiva, mostró varias cuestiones importantes: la ilegalidad y prepotencia del aparato patrones-gobierno-charros, el pisoteo de los derechos obreros por la vía violenta y arbitraria y la falta de una suficiente unidad y solidaridad del conjunto de trabajadores. La experiencia demostró que no basta con tener la razón y la fuerza de la unidad combativa, democrática e independiente de un grupo obrero, sino que también hace falta cubrir de apoyo y solidaridad sindical y popular las luchas legítimas que los trabajadores den. La derrota de los siderúrgicos no fue culpa de ellos; al arriesgarse a luchar, se arriesgaban a ganar o perder; y fueron derrotados, pero sólo con la cobarde violencia represiva del gobierno. Si el gobierno de Alpuche no hubiera reprimido la lucha de los compañeros ellos, sin duda alguna, hubieran triunfado. Solo a fregadazos podían derrotarlos. El gobierno yucateco mostró su verdadera cara represiva y patronal, así como la televisión, las difusoras de radio y los periódicos, principalmente el Diario de Yucatán. De esta forma terminaron las jornadas de lucha de los obreros independientes de la Siderúrgica de Yucatán, mientras el ambiente sindical y obrero se oscurecía con las amenazas y persecuciones que desataron el gobierno y los patrones.

Hacia fines de mayo de 1983, a unas semanas de la represión a los siderúrgicos, los trabajadores administrativos de la UAdY estallaron una huelga demandando aumento salarial de emergencia. La estallaron a pesar del clima represivo que prevalecía en aquel tiempo. Con firmeza y decisión decidieron el estallido en una combativa asamblea general, realizada en el local del Sindicato de Cordeleros. La huelga duró siete días y la tuvieron que levantar sin obtener ningún aumento salarial (aunque sí con el 100% de los salarios caídos) por las amenazas y calumnias desatadas en su contra y ante el escaso apoyo sindical y popular.

En diciembre de ese mismo 1983 se apagarían dos sindicatos más: la desaparición del sindicato democrático y la liquidación de todos los trabajadores del FOCC, después de una ruidosa huelga y movilizaciones de dos meses y la virtual rendición política del sindicato del Banrural, con el despido de dos dirigentes y una campaña de amenazas. Ambos sindicatos habían surgido impetuosamente como organizaciones legítimas y democráticas en septiembre de 1982, cuando se abre el espacio político nacional y local para la organización sindical de los trabajadores al servicio de los bancos y de los fideicomisos. Poco más de un año después el sindicato del FOCC desaparece y el del Banrural es domesticado y sometido al control charro.

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UNIDAD POPULAR AUTÓNOMA
El mejor camino es construir local, regional y nacionalmente la unidad y la organización popular autónoma, independiente de los partidos y poderes establecidos. Fijar objetivos y metas de acuerdo a las fuerzas acumuladas y actuar en las formas y maneras que nos convengan a nosotros. Jugar en nuestra cancha, no en la de los poderosos, donde son casi imbatibles.
 
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