construir partidos legalizados, registrados, bajos las reglas oligárquicas sirve para todo, menos para cambios significativos para beneficio popular amplio. construir organizaciones políticas, llámense como se llamen, verticales con reducidas dirigencias y líderes carismáticos, que tienen siempre la última palabra, no es aumentar la fuerza social; es limitarla y disminuirla. se está perdiendo la gran fuerza social acumulada en el MORENA, que resultó insuficiente y se autolimitó casi siempre. falta autocrítica profunda, sin concesiones ni remilgos, para sacar las mejores lecciones de esta dura jornada de 2012. la vía electoral partidista de Obrador dio todo lo que podía dar, y eso no fue suficiente para ganar la presidencia ni lograr cambios a favor de las clases populares. un fraude electoral más, cuyos responsables oligárquicos
lograron imponerse nuevamente, es cierto con todas sus trampas y maniobras, aunque también hay que ver, no esconder, las importantes limitaciones de Obrador, el MORENA y los partidos acompañantes, así como sus modos y tácticas.
el camino es la construcción de organizaciones políticas amplias, horizontales, verdaderamente democráticas, autónomas de todos los poderes establecidos, con representantes que sólo sean representantes (manden obedeciendo), con tácticas y estrategias populares precisas y adecuadas a la acumulación de fuerzas y disputar paso a paso, calle a calle, el poder y todas y cada una de las demandas populares más sentidas y necesarias, fijadas por los propios grupos y no por líderes. en 1988 el fraude desembocó con la dura represión salinista a muchos luchadores sociales, en el infame PRD que ahora hay. el MORENA parece estar siguiendo un camino muy parecido.